La situación alrededor de
Siria e Irán incita que Rusia refuerce sus grupos militares en la
Transcaucasia,el Caspio y las regiones del Mediterráneo y del Mar
Negro.
Según las fuentes
del Ministerio de defensa, algunos piensan que el golpe de Israel contra
los objetivos nucleares de Irán es inevitable y será asestado muy
pronto. Es posible también el inicio de una guerra a gran escala cuyas
consecuencias resultan imprevisibles.
La preparación
de Rusia en la esfera militar con el fin de minimizar las pérdidas por
eventuales operaciones bélicas contra Irán se inició ya hace más de un
año y ahora se ha finalizado casi por completo. Las tropas en la
Transcaucasia y el Caspio se están activando para combates y los buques
militares rusos se desplazan hacia el Mediterráneo.
A
nivel oficial no se da a conocer qué objetivos perseguirían el ejército
y la Marina si se iniciara la guerra contra Irán, pero algunos expertos
no excluyen que, en caso de que Irán sea amenazado por derrota completa
y ocupación, Rusia le prestaría su ayuda.