Agencia noticias EPA
Tokio, 2 dic (EFE).- Los operarios que trabajan en la central nuclear
de Fukushima Daiichi han comenzado a inyectar nitrógeno en los tres
maltrechos reactores para prevenir explosiones de hidrógeno, informó hoy
la televisión pública NHK. La medida se adoptó después de que la
operadora de la planta, TEPCO, detectara a finales de octubre que en
algunas zonas del reactor 2 se había acumulado hidrógeno con una
densidad de hasta el 2,9 por ciento. Los expertos calculan que, de
elevarse la densidad hasta el 4 por ciento, existiría el riesgo de una
explosión, detalló NHK, por lo que los técnicos comenzaron anoche a
introducir nitrógeno en los tres reactores para rebajar la
concentración. Mantener el hidrógeno en niveles bajos es una
condición indispensable para llevar los reactores a parada fría, con una
temperatura estable por debajo de 100 grados centígrados, lo que el
Gobierno y TEPCO esperan lograr para finales de año. La central de
Fukushima es el centro de la peor crisis nuclear desde la de Chernóbil,
en 1986, después de que su sistema de refrigeración resultara muy
dañado por el devastador tsunami que azotó el noreste de Japón el pasado
marzo. El Gobierno ha reconocido que en los días posteriores a la
catástrofe se produjo una fusión del núcleo de los reactores dañados,
un proceso que conlleva la emisión de elevadas cantidades de
radiactividad. Según un informe interno de TEPCO que hoy recoge
NHK, en las horas inmediatamente posteriores al desastre hubo fallos de
comunicación que podrían haber ralentizado la respuesta a la emergencia. El
documento afirma que el jefe de la planta, Masao Yoshida, no fue
informado de que el sistema de refrigeración de emergencia en el reactor
1 había sido detenido de forma manual, mientras un fallo en una válvula
impidió detectar que el líquido que cubría las barras de combustible
había bajado hasta dejarlas expuestas. TEPCO calcula que el daño a
las barras se produjo unas cuatro horas después del tsunami, lo que
facilitó la entrada de elevadas cantidades de hidrógeno que, al día
siguiente, habrían causado la primera de las explosiones en la central,
según NHK. El pasado miércoles, TEPCO apuntó a que la fusión del
núcleo en esa misma unidad podría haber erosionado hasta 65 centímetros
la base de cemento de la vasija del reactor, aunque la contención de
acero que la recubre a su vez estaría intacta. Si la erosión se hubiera expandido otros 37 centímetros la vasija de acero habría sufrido daños, según la eléctrica. Los
reactores 2 y 3 de Fukushima también sufrieron fusión de sus núcleos,
aunque en su caso es "poco probable", según TEPCO, que la base de
cemento de las vasijas resultara con daños importantes.
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