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Cuando el director financiero de Novo Nordisk se reunió el pasado
viernes con sus colegas de marketing, la conversación se movió mucho más
allá de la discusión habitual sobre las ventas y el rendimiento. Jesper
Brandgaard hizo una sencilla pregunta de gran alcance: ¿cómo fijaría la
empresa los precios de dos nuevos productos clave de insulina si el
euro se derrumba? Es solo un ejemplo, pero lo cierto es que las empresas
se están moviendo para preparar planes de choque en caso de una
eventual ruptura de la divisa europea ante la grave crisis económica y de liderazgo político que atraviesa la eurozona.
Las empresas europeas tienden a estar más politizados que las de EE UU, por lo que hablar de una ruptura es tabú
"Provoca miedo y es la última cosa en el mundo que uno quiere que suceda", admite un ejecutivo desde Londres
ICAP, intermediario de divisas y bonos, ya ha hecho pruebas con su sistema de negociación en caso de colapso
Las empresas más activas son las de los países europeos pero que están fuera de la eurozona
La firma danesa, el mayor fabricante del mundo de este medicamento
para el tratamiento de la diabetes, se encuentra fuera de la zona euro,
pero vende en ella. Es una pregunta que tiene eco -en varias formas- en
las salas de los consejos de bancos, casas de bolsa, firmas comerciales,
despachos de abogados y los principales fabricantes del mundo. "Es
difícil hacer planes detallados, pero tenemos que pensar en cómo le
iría a nuestra estrategia de precios si hubiera un repentino
desmantelamiento del euro", dijo a Reuters Brandgaard. "¿Cómo podemos
evitar caer en una trampa? Esta es la primera vez que he hecho una
pregunta así. Es un tema que está cada vez más en el radar". En el
caso de los productos en cuestión (Degludec y DegludecPlus, dos
insulinas de acción prolongada) Novo Nordisk tiene el tiempo a su favor.
Los nuevos fármacos todavía están recorriendo su camino a través del
proceso regulatorio de aprobación y probablemente no llegarán al mercado
hasta finales de 2012. Prepararse para la ruptura de la moneda única
de los 17 países del euro no es fácil. Al igual que muchos líderes
empresariales, Brandgaard ve una ruptura de la Unión Monetaria como un
fenómeno posible, aunque aún no probable,
pero las probabilidades van en aumento. En una encuesta realizada por
Reuters el 23 de noviembre, 14 de 20 economistas consultados dijeron que
la moneda única no iba a sobrevivir en su forma actual y las empresas
están empezando a prepararse para el peor escenario posible. Martin
Sorrell, jefe de WPP, la mayor agencia de publicidad del mundo, resume
su inquietud. "La complejidad de la situación provoca un miedo atroz y
es tan complicado que es la última cosa en el mundo que uno quiere que
suceda", dijo Sorrell el lunes. "Pero la respuesta más honesta es, como
para todo el mundo, intentarlo y preparar un plan de contingencia para
cualquier ruptura de la zona euro". A partir de entrevistas con
ejecutivos de empresas, banqueros y abogados en Europa, Estados Unidos y
Asia, y de documentos registrados en los organismos supervisores,
Reuters ha reconstruido el paisaje de los irregulares preparativos para
la posible desaparición del euro tras 12 años de vida, un evento sin
precedentes en la historia reciente. "En estos días, forma parte
de casi todas las conversaciones de gestión de riesgos que surgen", dijo
una persona de alto nivel en el mercado de seguros de Londres,
hablando, al igual que muchos en esta historia, bajo la condición del
anonimato debido a lo delicado de su negocio. Algunos de los más
activos con sus planes de contingencia son los países europeos de fuera
de la zona euro, que tienen fuertes vínculos comerciales con el bloque
de la moneda, como Dinamarca y Reino Unido. De las 33 empresas de fuera
de la zona euro con mayor exposición a la misma en términos de ventas,
cinco son británicas, según datos de Thomson Reuters. Productos para el
cuidado de la salud, la energía y de consumo se encuentran entre las
industrias más expuestas. Una serie de empresas británicas,
incluyendo la mayor empresa de catering del mundo, Compass Group, han
dicho que han discutido o puesto en marcha planes de contingencia para
hacer frente a un colapso del euro, pero la mayoría son reacios a dar
detalles. "La mayoría de los empresarios han renunciado a esperar
una solución política. Uno simplemente no puede manejar su negocio sobre
la base de que algo va a solucionarse, por lo que tiene que planificar
sobre la base de que no se soluciona. Así que uno piensa acerca de lo
que puede suponer desde el punto de vista legal y contractual. Y uno
también dice: Voy a manejar mi balance de la forma más conservadora
posible", dijo Sorrell, de la firma de comunicaciones WPP. Un sistema a prueba Los
bancos, los intermediarios y las Bolsas están en primera línea. ICAP,
el intermediario más importantes del mundo en divisas y bonos estatales,
dijo el lunes que ha puesto a prueba su sistema de negociación para
manejar el colapso de la zona euro y el resurgimiento de las monedas
nacionales. No es el único en llevar a cabo "juegos de guerra". Un
directivo de un gran banco de inversión dijo que tenía un equipo de 20
personas en el mundo haciendo simulaciones sobre todo tipo de escenarios
sin parar. Ese equipo estaba empleando mucho de su tiempo en la posible
ruptura del euro y había simulado a lo largo de un día completo de
trabajo un fin de semana de crisis con lo que ocurriría en las
diferentes etapas: noche del viernes, sábado y domingo. Además, había
mirado si habría suficiente gente (y la gente adecuada) disponible y se
aseguró de que tenía el modo de contactar con ellos. "Mi trabajo es asumir lo peor. Puedes probar todo tipo de escenarios benignos, pero si algo realmente malo, como un default
(impago) por sorpresa de Italia durante la noche, llegara a suceder y
yo no hubiera hecho una simulación, no estaría haciendo mi trabajo
correctamente. Si ese escenario llegara a ocurrir, las cosas se ven muy
feas, por cierto. Simplemente, no habría tiempo suficiente para resolver
todas las posiciones de negociación y examinar todos los documentos",
dijo el banquero. En su análisis, el retorno al dracma en el pececillo griego de la zona euro es la menor de sus preocupaciones. El banquero compara a Grecia con la bancarrota del agente de bolsa MF Global en EE UU (algo molesto, pero no un problema real) y a Italia con Lehman Brothers, cuya quiebra marcó el inicio de la crisis financiera de 2008. El regulador bancario del Reino Unido, la Financial Services Authority (FSA), ha dicho a los bancos británicos
que elaboren planes de contingencia en caso de que haya una ruptura
desordenada de la zona euro o la salida de algunos países. "No podemos
ser, y no somos, complaciente en este frente", dijo Andrew Bailey, jefe
adjunto de la unidad de supervisión prudencial de la FSA, el 24 de
noviembre. Empresas de Estados Unidos están poniendo también a
prueba sus sistemas. A.M. Best Co, la principal agencia de calificación
para el sector de seguros, dijo el 22 de noviembre que está haciendo
pruebas de resistencia adicionales en las aseguradoras, dadas las
condiciones de deterioro en Europa. La agencia, que acaba de realizar
una revisión similar hace dos meses, dijo que está analizando caso por
caso la exposición de las entidades para ver si tienen un riesgo
adicional por el debilitamiento de la zona euro. Proteger la caja Para
las empresas no financieras, un objetivo clave de sus esfuerzos ante la
preocupación por el colapso del euro es tratar de proteger su dinero en
efectivo. Los balances de las empresas son muy fuertes en la
actualidad, con más de un billón de dólares en caja, un reflejo de la
renuencia de las empresas a invertir en ampliar capacidad o en la compra
de otras empresas. El presidente ejecutivo de una empresa europea
con ingresos anuales de más de 10.000 millones de dólares al año dijo a
Reuters durante una reciente visita a Londres que su consejo había
discutido la forma de manejar el colapso de la zona euro, pero que había
sido una reunión muy corta. Aparte de asegurarse de que sus depósitos
en efectivo se encontrasen en los bancos más seguros posibles y confiar
en la naturaleza internacional de sus negocios, los ejecutivos
rápidamente concluyeron que había poco más que pudieran hacer. Los
departamentos de tesorería están moviendo el dinero a refugios seguros y
ensayan respuestas rápidas a diferentes escenarios. Los presupuestos
para el año 2012 se están estudiando de nuevo. Y se están contratando a
consultores externos para asesorar sobre la exposición a la Europa
periférica (Grecia, Irlanda, España, Portugal e Italia). Los datos
de los bancos centrales muestran una disminución de los depósitos
bancarios en los países más débiles de la zona euro. Separar los datos
de depósitos corporativos y personales de los bancos es casi imposible,
pero algunos datos sueltos muestran que las empresas están moviendo el
dinero en euros a refugios seguros. Algunas grandes empresas como el
grupo de ingeniería Siemens y los fabricantes de coches BMW, Daimler y
Volkswagen, están autorizados para depositar fondos en el Banco Central
Europeo, el más seguro de todos los refugios de la zona euro. El
jefe de finanzas de Siemens, Joe Kaeser, dijo en una conferencia de
presentación de resultados el pasado 10 de noviembre que había
depositado en el BCE una proporción importante, aunque inferior a la
mitad, de sus más de 12.000 millones de euros de liquidez. Hace
aproximadamente un año, Siemens (fabricante alemán de trenes de alta
velocidad y turbinas de gas) adquirió una ficha bancaria para poder
tratar directamente con el BCE. BMW dijo el lunes que su forma de
manejar el exceso de liquidez no había cambiado y que continúa
utilizando una serie de bancos comerciales internacionales, así como la
facilidad de depósito del BCE. Daimler dijo que utiliza el excedente de
caja de forma interna. Volkswagen no respondió de inmediato a las
llamadas en busca de comentarios. Advertencias similares surgen de
empresas en otros sectores industriales. Simon Henry, director
financiero de la compañía petrolera holandesa Shell Royal, dijo que como
consecuencia de la crisis de la deuda de Europa ha ido teniendo
especial cuidado en la inversión de sus 20.000 millones de dólares de
efectivo. "Es con contrapartes seguras y a corto plazo", dijo Henry. La
farmacéutica AstraZeneca dijo a Reuters que estaba vigilando
cuidadosamente su exposición al sector bancario a la luz de la crisis de
la deuda y que ha aumentado sus tenencias de bonos del Tesoro de
Estados Unidos. El presidente de otra compañía del índice británico FTSE
100 dijo que la escasez de bancos calificados AAA le está complicando
la vida. Las empresas británicas no tienen acceso al BCE, porque Gran
Bretaña está fuera de la zona euro. Diferentes sectores tienen
diferentes capacidades para reducir la exposición a los mercados de
riesgo. El farmacéutico es un sector donde las empresas tienen margen de
maniobra limitado, ya que las empresas tienen la obligación ética de
suministro de medicamentos que salvan vidas, incluso cuando los pagos
son inciertos. De hecho, los fabricantes de medicamentos ya han pasado
por una especie de "ensayo" en Grecia, después de haber sido obligados a
aceptar los bonos del gobierno en lugar de efectivo para saldar algunas
deudas pendientes. Esos bonos bien fueron vendidos de inmediato
con un descuento sobre su valor nominal o bien siguen en cartera en la
actualidad a un valor aún más bajo. Grecia representa solo alrededor del
1% del mercado farmacéutico mundial, por lo que el impacto en las
principales empresas internacionales ha sido mínimo. Italia y España,
sin embargo, son mercados mucho más grandes. Documentos de las compañías Un
número significativo de empresas de EE UU en una amplia gama de
sectores, incluyendo uno de cada tres miembros del índice Dow Jones, han
advertido a los inversores de su creciente preocupación con respecto a
Europa en sus informes trimestrales. "Europa occidental parece
estar experimentando desafíos cada vez mayores, dada la incertidumbre en
torno a la dirección de la política fiscal y monetaria, lo que
probablemente tendrá un impacto en la confianza de los consumidores",
dijo el fabricante diversificado de manufacturas 3M, en un comunicado
enviado a la Comisión del Mercado de Valores de EE UU (la SEC, por sus
siglas en inglés). Bank of America ha añadido la crisis de la
deuda europea en su lista regular de los factores de riesgo se aconseja a
los inversores a tener en cuenta: "Hay una considerable incertidumbre
en cuanto a la evolución futura de la crisis de la deuda europea y el
impacto en los mercados financieros." Y la farmacéutica Merck
advirtió a los accionistas que los recortes en el gasto por problemas de
liquidez de los Gobiernos europeos podrían tener un impacto en lo que
puede cobrar por sus medicamentos. American Express, Boeing y Cisco
Systems son otras de las empresas que llamaron la atención sobre la
crisis en sus presentaciones. Empresas de EE UU que hacen negocios
en Europa esperan que los tipos de cambio de las monedas europeas sean
más volátiles en los próximos meses, y han intensificado sus esfuerzos
para protegerse de estos riesgos, según dijeron expertos en la materia. Otras
empresas están reescribiendo los contratos de venta de modo que les
permitan ajustar los precios si las monedas sufren grandes oscilaciones. Trabajo para aseguradoras y abogados La
perspectiva de una ruptura del euro plantea un montón de cuestiones
jurídicas y financieras. Los abogados y los banqueros han comenzado a
bucear en los acuerdos de préstamos, arrendamientos y otros contratos
financieros para ver cómo sobrevivirían a cualquier alteración grave del
euro. La mayoría de los contratos no prevén una ruptura o
desintegración parcial del euro y las decisiones de hace una década de
los abogados sobre la jurisdicción o las leyes aplicables podrían tener
hoy importantes repercusiones en algunos escenarios. Algunos bancos ya
han comenzado a pensar en la manera de revisar la documentación estándar
que se utiliza en los contratos de préstamo futuros para anticipar una
ruptura de la moneda única. "Desde finales de los años 1990 en
adelante, los contratos comerciales fueron escritos para incluir
disposiciones expresas para hacer frente a la transición al euro, pero
no tengo conocimiento de que ninguno fuera escrito hasta el momento que
contemple que ningún país salga del euro", dijo Jamie Wiseman-Clarke,
abogado de la firma londinense Berwin Leighton Paisner, especializada en
aviación, ferrocarril y transporte marítimo. "Se dio por supuesto que
el euro era estable", agregó. Una redacción imprudente podría dar
lugar a que un acreedor que recupere su dinero en la moneda que
prevalezca en la fecha en que un país salga del euro y no en euros.
También existe la preocupación de que una hipotética salida del euro
provoque la suspensión de pagos de las empresas. La redenominación de la
moneda local podría provocar una caída de los ingresos que impida el
cumplimiento de sus obligaciones en deuda denominada en euros. Una
serie de suspensiones de pagos técnicas en todos los prestatarios de un
país que sale del euro es un escenario apocalíptico que mantendría a
los abogados ocupados, puesto que los contratos no prevén ese escenario. Más
probable que una suspensión de pagos técnica masiva es que algunas
empresas simplemente no podrían pagar o cumplir con las condiciones del
préstamo debido a las terribles condiciones económicas y la caída de la
demanda que algunos economistas predicen que a partir de una ruptura del
euro. Peor aún, la firma de abogados británica Clifford Chance ha
advertido de que puede haber dificultades prácticas en la recuperación
de los pagos, ya que cualquier decisión de abandonar el euro
probablemente iría de la mano con controles de cambio.. La
planificación no es nada fácil por el hecho de que muchas empresas de
Europa continental tienden a estar más politizados que sus contrapartes
en los Estados Unidos, por lo que la cuestión de la ruptura es
prácticamente tabú. "Si la gente se entera de que una gran empresa del
CAC-40 (el índice bursátil francés) se está preparando para el peor de
los escenarios se extendería la ansiedad y sería interpretado como un
golpe muy dañino para el euro", dijo un asesor de comunicaciones de
empresas francesas, que pidió no ser identificado. En cuanto a un
completo colapso de la moneda, las consecuencias son tan impredecibles
(e impensables para una generación de la posguerra inmersa en la
integración europea) que muchos dicen que no tiene mucho sentido hacer
simulaciones. Lo que importa más, dicen, es un buen olfato para la
supervivencia. "No estamos ejecutando planes de contingencia así.
Queremos que el euro sobreviva, pero nosotros fabricamos cosas tangibles
y no nos moriríamos sin el euro", dijo el director ejecutivo de una de
las mayores compañías fabricantes de Europa.
También han participado en este reportaje Tim Hepher desde Paris; Vidya Ranganathan, Luke Pachymuthu, Rachel Armstrong desde Singapur; Braden Reddall desde San Francisco; Dhanya Skariachan, Lynn Adler, Steve James, Steven Johnson, Ben Berkowitz, Lauren Tara LaCapra y Steve James desde Nueva York; Jessica Wohl desde Chicago, Tessa Walsh, Peter Apps, Tom Bergin, Douwe Miedema, Matthew Scuffham, Chris Wickham and Sudip Kar-Gupta desde Lonres; Katie Reid desde Zurich; Jens Hack e Irene Preisinger desde Munich y Christian Hetzner y Ludwig Burger desde Frankfurt. El artículo ha sido editado por Janet McBride en Londres.
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