"Tener una bomba nuclear o tener una guerra” es la opción que EE. UU. e Israel darán a Irán para que cierre definitivamente su programa nuclear, según declaró el ministro israelí de Asuntos Estratégicos, Moshe Yaalon.
El alto funcionario judío apuntó que la comunidad internacional
encabezada por Washington tiene que forzar a Irán a encarar este
problema y hacer que cierre su programa nuclear que tiene objetivos
militares, según afirman Israel, EE. UU. y una serie de países
occidentales.
El ministro israelí apuntó que la política de su país hacia el programa
nuclear iraní es muy clara: "de un modo u otro” tiene que ser acabado.
Yaalon subrayó que las sanciones económicas y el aislamiento político de
Irán son instrumentos efectivos de presión, no obstante, reiteró que la
intervención militar está sobre la mesa "como el último recurso".
Aunque el gobierno iraní sostiene que su programa nuclear tiene fines
únicamente pacíficos y está dirigido a proveer de energía eléctrica al
país, la presión de Occidente sobre las autoridades de la República
Islámica no cesa. Un controvertido informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA)
presentado en noviembre afirmaba que hasta el 2003 Irán podría haber
fabricado armas nucleares. Dicho documento provocó una nueva ola de sanciones internacionales contra el país.
Analizan nuevas sanciones contra Irán
El 12 de diciembre, el Congreso de EE. UU. aprobó la introducción de
nuevas sanciones contra el Banco Central de Irán. La medida fue apoyada
tanto por los republicanos, como por los demócratas. Por su parte, la
Unión Europea también está elaborando un nuevo paquete de sanciones
contra la República Islámica.
En tanto, Moscú sostiene que el programa nuclear iraní no tiene propósitos militares y que el informe del regulador atómico de la ONU está politizado. El
Ministerio ruso de Asuntos Exteriores declaró que el documento de la
OIEA no contiene datos nuevos, pero a los hechos ya conocidos les ha
dado intencionadamente un matiz político. Rusia insiste en que hay espacio para dialogar con Irán y afirma que "las sanciones han ido muy lejos”.