Caminar por la calle en Londres durante los últimos días se ha vuelto una tarea de titanes.
Fuertes y helados vientos terminan por congelar dedos, nariz, orejas y cualquier parte del cuerpo destapada de los osados peatones a los que azota.
Y aunque la ciencia no ha determinado una fórmula universalmente aceptada para determinar su relación, sí ha establecido que el viento juega un rol fundamental a la hora de entender la diferencia entre la temperatura y "lo que se siente como temperatura", es decir, la sensación térmica.
Durante el último par de días los habitantes de Reino Unido no sólo han luchado contra el viento, sino que han visto fuertes nevadas a diez días del comienzo de la primavera.
Los 0º C experimentados el lunes en Londres se sintieron como -6. Y -2º C en las actuales condiciones podrían sentirse como -9º C, algo así como Moscú.
Temperatura real versus cómo se siente
El cuerpo humano tiene una temperatura interna de 37º C aproximadamente. El aire alrededor de ella es por lo general más bajo que 37 º C. Esto significa que cualquier parte del cuerpo no cubierta por ropa pierde calor.
Esta "pérdida de calor" se produce por convección.
Pero cuando el viento helado golpea el rostro, la pérdida de calor se produce por conducción.
El viento enfría la temperatura de la piel casi al punto de la temperatura del aire, explica Chris Shepherd, del Instituto de Física.
La convección también aleja la circulación del aire caliente de la cara.
Cuanto más fuerte sea el viento más rápido el enfriamiento. Cuanto menor sea la temperatura, el viento tendrá mayor impacto.
Lo que la oficina de meteorología británica utiliza para medir lo que "se siente como temperatura" toma en cuenta la temperatura esperada del aire, la humedad relativa y la fuerza del viento a 5 pies (1,5 m), la altura más común de la cara de una persona. Esto se combina con cómo el calor se pierde del cuerpo humano durante los días fríos y ventosos.
El viento helado es una información de vital importancia para el público, dice Ross Reynolds, profesor del departamento de Meteorología de la Universidad de Reading.
Esto afecta no sólo cómo nos sentimos, sino cuánto tiempo podemos soportar el frío. "Está ahí para advertir al público. Podría tener un impacto en la rapidez con la que ocurre un congelamiento".
Cómo se mide la sensación térmica
Índices posteriores han intentado aplicarla a la fisiología humana, poniendo seres humanos desnudos en túneles de viento para evaluar el impacto de la temperatura.
En un intento por obtener una medida más realista, Reino Unido adoptó en 2008 un nuevo sistema: el JAG / TI (Grupo de Acción Conjunta para los Índices de Temperatura, según su sigla en inglés).
La fórmula, que además es utilizada por Canadá, EE.UU. y los Países Bajos, se está convirtiendo en la norma internacional y es el sistema que se ocupa para medir la sensación térmica.
Para calcular la sensación térmica, el JAG / TI toma de base a una persona vestida caminando a una velocidad de 3 m/h (4,82 km/h), considerando la cantidad de calor que su rostro descubierto pierde.
Un factor que no considera el sistema es la humedad, ya que este se mide sólo en personas que están secas.
Aplicaciones antárticas
Tamsin Gray, meteorólogo de la British Antarctic Survey, dice que el viento es un factor crucial a la hora de salir en la Antártida.
"Pueden haber -45º C los cuales se soportan sin mayor problema, siempre y cuando no haya viento. Pero con viento, ya a -30º C es mucho peor".
Después de diez minutos en una tormenta de nieve a -30º C, el investigador recuerda haber tenido que utilizar un secador de pelo para poder quitarse la ropa, la cual llegaba a estar rígida de congelada.
Una vez que el viento se calma, ya se puede volver a salir. Incluso algunas veces ligeros de ropa. "Se puede estar fuera a -15º C con camiseta y jeans si hay sol y está calmado. El mayor frío en el que he estado fue de -50º C. No era particularmente desagradable porque estaba bastante quieto".