El Gobierno Japonés contempló durante crisis nuclear la posibilidad de
evacuar a decenas de millones de personas, incluyendo a los habitantes
de Tokio. El informe se mantuvo en secreto para evitar un pánico
generalizado. El documento, de 15 páginas, fue recibido por el primer
ministro Naoto Kan el 25 de marzo, y demuestra que el gobierno ocultó
demasiada información a los ciudadanos, y que probablemente no estaba
suficientemente preparado para realizar una evacuación a gran escala.