Las bajas temperaturas, fuertes vientos y la nieve han
desestabilizado el orden en el Estado de Israel. Más de 20 centímetros
de nieve cubren la Ciudad Santa de Jerusalén.
Este jueves sus calles, la Mezquita de la Roca y los centros culturares amanecieron vestidos de blanco.
Los demás países de la región también enfrentan un crudo invierno.