El QuickClot se basa en el polvo
de zeolita, una piedra volcánica. Que sirve para cortar las hemorragias
es algo que se sabía más o menos hace unos 20-30 años, pero no ha sido
hasta recientemente cuando se han puesto a investigar sus propiedades a
fondo, dando como resultado un producto realmente efectivo. Como muchas
cosas en esta vida, se llevó a la guerra, a Irak para ser más exactos,
donde se ha probado y mejorado.
Viene en sobres con zeolita en
polvo que se echan encima de la herida, para luego presionar con un
trapo o una gasa durante algún tiempo. La zeolita lo que hace por así
decirlo, es abosrber los componentes sanguíneos que no son necesarios
para cerrar la herida, haciendo un tapón sin poros muy efectivo que
permite trabajar a las plaquetas con mayor eficacia. No produce
reacciones alérgicas de ningún tipo y cada dósis es fácil de
transportar.
El HemCon
es diferente y más "rebuscado". Son vendas con una capacidad adhesiva
extremadamente fuerte conseguida por el efecto magnético de uno de sus
componentes: El chitosan, un polisacárido con carga positiva que es
atraído por los glóbulos rojos, que tienen carga negativa. El resultado
es un sellado casi perfecto en el que la sangre no empapa como sucede
con las vendas, no se escapa por ningún sitio y permite al cuerpo
cerrar la herida sin desangrarse.
O desangrándose muy lentamente
al menos. El problema del HemCon es que hay que reemplazar las vendas
cada cierto tiempo y que es un producto bastante caro. El Quikclot le
lleva ventaja en este sentido, porque en Estados Unidos diferentes
equipos de salvamento así como ambulancias y bomberos lo tienen de
serie en sus botiquines desde hace unos cinco años.
ACTUALIZADO:
Algunas contraindicaciones del Quickclot que he encontrado sacadas de
manuales de uso. Para empezar, la versión civil no se suministra con el
formato de sobres en polvo sino como una esponja. La razón es que una
cantidad desmedida de polvo puede provocar la obstrucción de arterias y
venas además del cierre de la herida... De hecho recomiendan limpiar la
herida una hora después como máximo de su empleo para evitar
repercusiones, y desaconsejan emplearlo si con un torniquete es posible
frenar la hemorragia, ya que la probabilidad de supervivencia
recuperando la movilidad del miembro afectado es superior.