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El PIB se contrae un 0,4%
en el primer trimestre, según el Banco de España. La economía sufre el
impacto de la caída del consumo de los hogares. La tasa de paro hasta
marzo rondará el 24%, con 290.000 desempleados más
Madrid- La economía
española está en recesión desde el 1 de abril. El Banco de España
confirmó ayer en su Boletín Económico correspondiente al mes de abril
que el Producto Interior Bruto se contrajo en el primer trimestre de
este año un 0,4%, la mayor caída desde que se iniciara la crisis. Con
éste son ya dos los trimestres en los que la economía española se ha
contraído, después de que entre octubre y diciembre del pasado año
perdiera un 0,3% en términos de PIB, iniciando así otra nueva etapa
negra de la actividad, que puede prolongarse a lo largo de todo el año
según los analistas y los principales organismos e instituciones
nacionales e internacionales.
Lo peor de la situación está en el empleo. A la espera de los datos
oficiales de la Encuesta de Población Activa (EPA), que se conocerán
este viernes, el Banco de España cree que en el primer trimestre el
número de desempleados ha aumentado en 290.000, hasta situarse en el
entorno del 24% de la población activa, un nivel muy por encima del
22,8% con el que cerró el pasado año.
La evolución de los próximos trimestres es la gran incógnita de la
institución monetaria. «Está sujeta a incertidumbres y a ciertos riesgos
a la baja relacionados con posibles avatares de la crisis de deuda
soberana». Para reducirlas, la institución que gobierna Miguel Ángel
Fernández Ordóñez considera prioritario despejar dudas sobre la
capacidad de ajuste fiscal de la economía, mediante la culminación de la
reforma financiera aprobada en febrero y con el cumplimiento estricto
de los Presupuestos Generales del Estado para este año.
Desplome del consumo
La demanda nacional ha vuelto a ser la culpable de la mala situación que
atraviesa la economía española en los últimos seis meses. Entre enero y
marzo ha vuelto a caer en línea con lo que lleva sucediendo desde hace
cuatro años, aunque lo ha hecho de forma más moderada que en el cuarto
trimestre de 2011 (-0,9% en tasa intertrimestral, frente al -1,7% de
2011). El peor comportamiento lo han tenido los hogares. El deterioro
del mercado de trabajo y la subida del IRPF han reducido el consumo un
0,4% en relación con el trimestre anterior. Las ventas de automóviles
(-4,8%) o las realizadas por el comercio minorista (-5,3%) son una buena
prueba de las dificultades de las familias para llegar a fin de mes.
Muchas están «tirando» de los ahorros, que siguen disminuyendo hasta
situarse ya en el 11,6% de la renta disponible.
Por lo que a la demanda externa se refiere, su contribución al PIB ha
sido también más reducida, aunque tiene signo positivo. Las
exportaciones han crecido a tasas del 3%, la mitad del ritmo de finales
del pasado año, y las importaciones han descendido un 7,5%.
La situación de España no es muy diferente de la de otros países. Con
los datos disponibles, la actividad de la eurozona descendió muy
moderamente en el primer trimestre, tras el retroceso de finales de
2011. En EE UU hay una moderada recuperación, que es algo más leve en
Japón. Los países emergentes pierden dinamismo.
Falta inversión
La inversión empresarial según dice el Banco de España se ha visto muy
afectada por el deterioro de la economía y el recrudecimiento de
tensiones financieras. Según los datos que maneja el Banco de España, la
inversión en bienes de equipo ha registrado una caída del 3,5%.
La inversión pública ha intensificado la senda contractiva de otros
trimestres, «reflejando el impacto del plan de ajuste fiscal y las
medidas adoptadas a finales del mes de diciembre, tras conocer la
desviación en el cierre de las cuentas públicas.
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