Queridos lectores, El 29 de Octubre del año pasado, relativamente tarde para la estación, el huracán Sandy - convertido ya en una tormenta tropical- tomó tierra en el estado de Nueva Jersey. Todavía durante los dos días que le tomó disiparse
a medida que entraba en el territorio continental de los EE.UU. causó
daños apreciables, aunque no comparables a su trágico balance de los
días anteriores. Se trataba de un huracán menor, de categoría 2 mientras se movió por aguas tropicales y de categoría 1 cuando se acercaba a la costa de Nueva Jersey, mientras empezaba a degenerar. Quiso el azar que llegase al mismo tiempo que una gran sistema frontal de origen polar, lo cual intensificó sus efectos sobre la zona costera principalmente, generando una marejada ciclónica de grandes dimensiones.