visto en el blog de skiper fuente: http://www.dictaduraglobal.es/2011/01/31/%E2%80%9Cla-crisis-ha-sido-una-gran-estafa%E2%80%9Djuan-torres-es-catedratico-de-economia-aplicada-en-la-universidad-de-sevilla/
Es un escritor prolífico y ha publicado un buen número de
libros (el último se titula ¿Por qué se cayó todo y no se ha hundido
nada? La crisis de las hipotecas basura), medio millar de artículos y
tiene un blog en internet, Ganas de escribir.¿Cuál es la razón de esta crisis?
El gigantesco y antidemocrático poder de decisión de los banqueros
es el origen auténtico de la crisis. Lo resumiré con cinco citas
ajenas: "Los bancos tienen la culpa de todo”, "La banca ha tenido una
conducta irresponsable”, "La crisis se ha producido porque se ha dejado
que la banca cometa un fraude generalizado”, "Los directivos de los
bancos que han recibido dinero del Estado y ahora pagan bonos son unos
sinvergüenzas” y "La crisis se ha producido gracias a los chanchullos
de la Administración de Bush”. Estas frases proceden de fuentes nada
sospechosas de izquierdismo anticapitalista. Las han pronunciado, por
este orden, Warren Buffet, que es uno de los dos hombres más ricos del
mundo; la segunda aparece en un documento del G 20; la tercera es de
Alan Greenspan, el que fue presidente de la Reserva Federal de los
Estados Unidos; la cuarta es de Barack Obama y la quinta es una opinión
de Paul Samuelson, premio Nobel de Economía, considerado como el más
prestigioso economista de la segunda mitad del siglo XX.
¿Por qué califica usted esta crisis como una estafa?
Ha sido una gran estafa. Estafa de los bancos que inundaron el mundo
de hipotecas sin garantías y de porquería financiera. Estafa de los
organismos internacionales y la mayoría de los bancos centrales y
gobiernos que han creado las condiciones para que los bancos se forren.
Estafa de analistas y académicos que proclamaron las virtudes del libre
mercado y de la desregulación de las fianzas. Estafa de los líderes
políticos que primero dijeron no haberse enterado de nada; luego, ante
la gravedad de lo que sucedía, afirmaron que iban a cambiar las cosas,
más tarde inventaron excusas como la gripe A o la amenaza terrorista
para que los ciudadanos miraran a otra parte y no salieran a la calle
y, finalmente, actuaron con el principio de que para salvar la economía
había que salvar primero a los bancos que la llevaron al desastre.
Estafa de los poderosos del planeta que provocaron este problema
gigantesco sin asumir ni pagar sus responsabilidades y que, como
siempre, han hecho que las personas débiles y pobres sean quienes
sufran y paguen sus criminales destrozos.
¿Los bancos ha chantajeado a los gobiernos?
Muchos gobiernos, como el español, tenían superávit presupuestario
antes de 2007 y 2008, pero en cuanto tuvieron que aumentar el gasto
público para hacer frente a los efectos de la crisis, comenzaron a
incurrir en déficit y a tener que emitir deuda. Los bancos públicos
desaparecieron hace años en aplicación de políticas neoliberales de
privatización. A los gobiernos no les quedó más remedio que emitir
deuda. El Banco Central Europeo inyectó dinero a los bancos para salvar
sus agujeros sin fondo, al 1% de interés. Pero luego los bancos han
exigido a los gobiernos rendimientos del 4 y el 5% para la compra de
deuda. Se ha aprovechado de la situación para lograr rentabilizar al
máximo sus capitales.
¿No se puede acusar y penalizar a los responsables de la crisis?
Tribunales hay, pero la justicia está al servicio de los poderosos
y, a veces, garantiza su impunidad. Hace unos pocos años el Banco de
Santander inventó un producto financiero para aliviar la presión fiscal
de sus clientes más ricos. Pero Emilio Botín no rindió cuentas ante los
jueces aunque su banco entregó a Hacienda información falsa sobre casi
diez mil operaciones bancarias por valor de 145.000 millones de
pesetas, presentando titulares o testaferros de ese producto financiero
tales como personas fallecidas -algunas durante la guerra civil-,
ancianos desvalidos, parados o emigrantes, que nada sabían de tales
operaciones. Era un delito por fraude y falsificación de identidad.
Hubo una acusación particular que pidió para Botín alrededor de 170
años de cárcel. Pero, en un momento del proceso, el fiscal y el abogado
del Estado decidieron retirarse, manifestando que el Estado no se había
sentido dañado. Y el tribunal decidió que no había motivo para juzgar.
Al tiempo apareció en el diario El País una noticia indicando que la
entonces secretaria de justicia y después vicepresidenta del gobierno,
María Teresa Fernández de la Vega, había dado orden al fiscal para que
retirara el contencioso. Y entonces ni hubo jueces, ni periodistas, ni
ciudadanos que actuaran.
¿Qué alternativas se han propuesto desde la economía crítica?
La crisis es del sistema y las soluciones han de situarse fuera del
sistema actual. Enumeraré algunas. Poner el sistema financiero al
servicio de la economía productiva de bienes y servicios. Evitar que se
especule con un bien necesario como es la vivienda. Facilitar créditos
a bajo interés a las empresas y ciudadanos. Imponer topes al beneficio
y restablecer el valor social de los impuestos. Subir los salarios
reales, manteniendo la capacidad de compra y la productividad. Crear un
auténtico sistema fiscal internacional y mecanismos mundiales de
redistribución de la renta. Acabar con el régimen de plena libertad de
movimientos del capital que arruina economías de países enteros,
produce crisis locales y globales, no ayuda a la producción de bienes y
servicios y sólo produce beneficios a los propietarios del capital.
Establecer un sistema basado en la plena cobertura de las reservas
bancarias y evitar que con el sistema de reservas fraccionarias la
banca tenga el privilegio monopolista que alimenta la deuda, engorda la
actividad especulativa y atribuye a los banqueros tan ingentes
beneficios y un poder que chantajea al Estado. A la crisis no le pueden
hacer frente sólo los gobiernos de los países ricos, sino que es
necesario crear un gobierno mundial plenamente democrático, alejado de
los lobbies y grupos de poder actuales. Y es cuestionable el papel del
dólar como moneda dominante en la economía mundial.
¿Qué papel pueden jugar la banca pública y las cajas de ahorro?
La crisis ha puesto de relieve el coste grandísimo de haber
renunciado a la banca pública. Hay que reivindicarla. Pero lo público
no es en sí mismo lo adecuado, si su lógica no es diferente a la de la
banca privada. Las cajas de ahorro no han hecho sino clonar la
experiencia de la banca privada. Las concentraciones de cajas y la
participación en ellas de capital privado parecen la antesala de su
total privatización, que es la pretensión de la gran banca. A esa gran
banca globalizada, alejada del territorio y sin corazón, le tiene sin
cuidado la existencia de una economía local, de empresas apegadas al
terreno, de modestas iniciativas de emprendedores, o la importancia de
atender a las pequeñas economías domésticas. La banca ética (Fiare,
Triodos), incipiente aún, es una buena alternativa.
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