http://apocalipticus.over-blog.es/article-faltan-productos-basicos-estantes-vacios-en-los-supermercados-argentinos-105554214.html Fuente: http://www.elmundo.es/america/2012/05/16/argentina/1337187828.html
Ayer era el aceite o la yerba
mate; hoy, el arroz o el café. En las últimas semanas, es cada vez más
frecuente encontrar en los supermercados de Buenos Aires carteles que anuncian
que, por problemas de abastecimiento, la compra de un determinado producto casi
siempre de alimentación básica- se limita a una o dos unidades por familia.
Algunos expertos apuntan a la
responsabilidad de la política de control de precios del polémico secretario de
Comercio Interior, Guillermo Moreno, que forzaría a los diferentes eslabones de
la cadena industrial y productora a retener la producción, pues no tienen
certeza de cuál será el precio de reposición.
Otros economistas, como el
subdirector del Departamento de Economía de la Universidad de Buenos Aires,
Roberto Pons, minimizan el efecto de esta política, pues "no hay un
control formal de los precios por parte del Gobierno, sino reuniones informales
con los que ponen los precios".
En su opinión, los grandes
oligopolios productores y distribuidores a menudo retienen el stock para forzar
la subida del precio. Lo consiguen, en un contexto en que se establecen trabas
a las importaciones, que este economista señala como un factor clave en los
problemas de abastecimiento. Además, el economista señala que existe en
Argentina una "cultura del acopio", como consecuencia de la inflación
estructural.
Según este análisis, la política
económica del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner ha fomentado el
consumo, con lo que la demanda ha aumentado, pero no se han producido las
inversiones necesarias para que la oferta interna se ampliase en paralelo. Si
tampoco pueden entrar los productos de fuera, se da un escenario óptimo para la
subida de precios.
Un reciente reportaje del diario
'La Nación' sostenía que los comerciantes están preocupados por la disminución
de los márgenes de ganancia, mientras que los consumidores denuncian que los
pequeños comercios, menos controlados, aplican márgenes muy superiores a los
pactados con Moreno. Por su parte, productores y distribuidores se culpan
mutuamente de los problemas de abastecimiento.
En el trasfondo, como siempre, la
preocupación por la subida de los precios. Algunas consultoras independientes
estiman en un 30% anual la inflación en el rubro de alimentos.
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