La intención de Protección Civil de Extremadura no era
colgarse medallas sino simplemente describir un fenómeno que podría
originar una situación de riesgo e informar a la población sobre qué
hacer en este caso. Sin embargo, la decisión que tomaron a principios de
marzo de colgar en su página web un decálogo de recomendaciones frente a
una tormenta solar ha convertido a este equipo regional en protagonista
a nivel nacional pues es el primero que ha apostado por divulgar esta
información. Por eso esta decisión ha sido destacada en distintos medios
de difusión nacional y también en páginas web y blogs que tienen detrás
a expertos en astronomía.
«En ningún momento pensábamos que íbamos a saltar a la
primera plana», asegura Ricardo Barrena, el jefe de la unidad de
Protección Civil en Extremadura.
El trabajo lo han hecho con el fin de renovar el plan de
actuación de Protección Civil, que data de 1992, al que se han ido
incorporando en todo este tiempo otros informes, como los que se
refieren a riesgos forestales, inundaciones e incluso caída de
meteoritos. Junto a ellos se ofrecen además las instrucciones para
actuar de forma adecuada en cualquiera de esos casos.
Convertirse en pioneros tampoco era su intención, pero lo
han conseguido con una información tan práctica como llamativa a pesar
de que las probabilidades de que se produzca una tormenta solar son
mínimas: un 1 por ciento en grado severo, según la NASA.
Una circunstancia que ha contribuido a convertir esta
publicación en algo llamativo es el hecho de que haya coincidido con el
anuncio de una tormenta solar que se produjo el pasado 10 de marzo.
«Nosotros ya sabíamos que sobre esa fecha se produciría.
Lo supimos a partir de unas jornadas sobre clima espacial a las que
acudimos en marzo del año pasado», señala Barrena.
En cualquier caso prever cuándo se van a producir no es
difícil, ya que ocurren aproximadamente cada once años y medio. Se
miden por ciclos y el actual sería el correspondiente a 2011-2013, de
manera que de aquí al año próximo es posible que ocurra alguna más.
Nada de llamaradas
Estas tormentas se producen en el sol y en principio no
suponen riesgo alguno para la población porque las que se han analizado
han tenido una relevancia considerada leve. Hay que olvidarse del modelo
cinematográfico que las ha interpretado como una especie de vómito
solar que llegaría a la tierra en forma de terribles llamaradas capaces
de arrasarlo absolutamente todo.
Pero sí pueden provocar alteraciones en las
telecomunicaciones y sistemas eléctricos e informáticos, con las
consecuencias que esto conllevaría. De ahí que las recomendaciones para
la población ante un fenómeno de cierta relevancia sean aprovisionarse
de agua y medios de potabilización portátiles, llenar la despensa con
una reserva de alimentos no perecederos para un período aproximado de un
mes, preparar un botiquín familiar ampliado y medios de higiene, así
como disponer de dinero en efectivo.
Estas cautelas resultarían especialmente útiles frente a
problemas generados por la interferencia en comunicaciones y
transportes, como podría ser el desabastecimiento de los mercados,
fallos en los sistemas de regulación de presas de agua potable o
imposibilidad de realizar operaciones bancarias por ese tipo de fallos.
Así, estas recomendaciones tan básicas se publicaron en
la web extremeña de Protección Civil, lo cual ha llamado la atención de
medios, expertos y aficionados al mundo de los astros. Y todo ello
teniendo en cuenta que ésta es una región con muy pocas posibilidades de
ser testigo directo de una tormenta solar, por lo que aún cobra mayor
valor el empeño en investigar el fenómeno y después difundir unas pautas
de actuación para que la población esté prevenida y protegida.