http://www.diariosigloxxi.com/texto-s/mostrar/39033/el-95-de-las-innovaciones-militares-espanolas-tienen-tambien-aplicacion-civil
Las empresas que producen tecnología para la defensa proporcionan 40.000
puestos de trabajo directos y el 95% de sus innovaciones en principio
concebidas con propósitos militares acaban teniendo también aplicación
para uso civil.
Éstos fueron dos de los datos más representativos
que ofreció hoy en rueda de prensa la Fundación Cotec para la
innovación tecnológica que presentó el estudio "Innovación en defensa y
seguridad", coordinado por el experto en seguridad y defensa de la
empresa pública Ingeniería de Sistemas para la Defensa de España
(Isdefe), Carlos Martí.
En la rueda participaron otros dos de los
colaboradores del estudio: el exministro de Defensa y presidente de la
Asociación Española de Tecnologías de Defensa, Aeronáutica y Espacio
(Tedae), Julián García Vargas, y el director del Instituto Tecnológico
La Marañosa, general de división José Luis Orts. Además, intervino el
director general de Cotec, Juan Mulet, para presentar la primera
incursión de las publicaciones de esta fundación en el ámbito militar.
Martí
partió de la premisa de que los ejércitos occidentales siempre se han
basado en su superioridad técnica, y que la competencia de los
adversarios convierte el sector en uno de los de mayor innovación de la
economía. Además, destacó que se potencia la base industrial nacional y
se genera tecnología que luego pasa al campo civil (efecto conocido con
el nombre de "spin-off").
El autor reconoció que la innovación
militar acarrea elevados costes, pues requiere muchas pruebas, el
ensamblaje de muchos elementos y la coordinación de las
administraciones, las universidades, los laboratorios y las empresas
suministradoras e integradoras.
UN EMPLEO VALE POR DOS
No
obstante, remarcó que, escogiendo bien sus nichos de oportunidad dentro
de un mundo en el que todos los estados innovan en defensa y agencias
transnacionales coordinan la producción, por cada empleo que se genera
en tecnologías de defensa se genera otro en el sector civil.
Orts
resaltó que el objetivo último de esta industria siempre es el soldado y
su seguridad, pero también que el 95% de las innovaciones que introduce
el Instituto de La Marañosa tienen aplicación civil, estando dentro del
5% restante los productos que no pueden difundirse porque están
sometidos a secreto militar.
Según dijo, la innovación no sólo
se realiza en productos, sino también en intangibles como proyectos,
conceptos y modos de operación. Como rutas básicas a explorar en los
próximos años, enumeró la robótica militar, la relacionada con el factor
humano (reducir el estrés o mejorar eficiencia, atención y capacidad
del soldado), la defensa nuclear, biológica, química y radiológica, la
ciberdefensa, la generación de energía y los nuevos materiales. "En el
resto de campos vamos sobrados", aseguró. Por último, García Vargas
explicó que Tedae engloba 72 empresas, que facturan 9.000 millones al
año, exportan el 65% de su producción y dan empleo a 40.000 personas.
El
exministro indicó que las empresas de este ramo tienen que
diversificarse y aprovechar la dualidad de usos civiles y militares para
sobrevivir, y en este último ámbito puso en valor que gran parte de la
innovación se centra hoy día en mejorar la precisión del armamento para
evitar víctimas colaterales y en afinar las comunicaciones telemáticas.
Según
dijo, la Agencia Europea de Seguridad, y España dentro de ella, apenas
invierten actualmente en la adquisición de nuevo armamento, sino que se
limitan a su "sostenimiento"; es decir, su mantenimiento con alguna
innovación.
García Vargas negó que entre las grandes empresas
proveedoras del ejército exista preocupación por los retrasos en los
pagos del Ministerio de Defensa, que corroboró que existen pero confió
en poderlos recuperar en unos años.
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