Nueva York en un escenario apocalíptico.
El gobierno estadounidense y los parlamentos de muchos de los 50 estados están implantando programas de supervivencia para hipotéticos desastres de proporciones nunca antes vistas por el ser humano. Estos son los cinco escenarios apocalípticos para los que Estados Unidos ha creado planes de actuación:
El colapso económico mundial
Los ciudadanos del estado de Wyoming
están muy cerca de saber qué hacer en el caso de que una crisis mundial
provoque el colapso económico o político de Estados Unidos. El
parlamento estatal está valorando la aprobación del llamado 'Proyecto de Ley del Juicio Final', en el que se establecían las acciones a implementar en caso del derrocamiento del gobierno federal.
La legislación, que en una primera votación fue derrotada por sólo tres votos, incluía el lanzamiento de una moneda
propia, la creación de un ejército que defendiera el estado y la
adquisición de aviones de combate, incluso un portaaviones.
Con
la deuda nacional estadounidense por encima de los 15 billones de
dólares, al menos seis parlamentos estatales han presentado proyectos de
ley para la creación de una moneda propia en el caso de que el dólar
desaparezca.
Cambio climático
El informe de la organización Carbon Disclosure Project
(CDP) señala que algunos de los principales gobiernos municipales de
Estados Unidos están adaptando edificios públicos, adquiriendo flotas de vehículos híbridos y empezando a prepararse para el impacto a largo plazo del cambio climático.
CDP
llegó a esta conclusión tras analizar los datos remitidos por las 18
ciudades que participaron de forma voluntaria en el estudio, entre ellas
Nueva York, Las Vegas, Chicago y Nueva Orleans.
Las autoridades de Las Vegas estiman que el lago Mead, su principal fuente de agua potable, podría quedar seco en 2021.
Mientras, Chicago ya se prepara para experimentar temperaturas extremas
en verano y enormes cantidades de nieve en invierno, como consecuencia
del cambio climático.
Una invasión zombi
El Centro de Control de Enfermedades de EE.UU.
(CDC), organismo oficial dependiente del Gobierno, ha lanzado un
programa para preparar a la población del país para un posible, aunque
poco probable, ataque de no muertos deseosos de cerebros. En su web
ofrecen numerosas recomendaciones sobre qué hacer en el caso de
desatarse una ‘epidemia zombi’.
Entre sus
principales consejos, llevar siempre encima comida, agua y un kit de
emergencias con medicamentos. Además, otros recomendaciones básicas
pasan por organizarse, buscar un refugio y preparar un plan de salida
por si dejara de ser seguro. "Si estás preparado para un apocalipsis
zombi, estás preparado para cualquier tipo de desastre”, asegura Dave
Daigle, portavoz del CDC.
Según las estimaciones de la
organización, los lugares más seguros del país para sobrevivir a los
ataques de las hordas de no muertos son los estados de Kentucky, Utah y Montana. En Nueva York, en cambio, no sobreviviría casi nadie.
El fin del mundo, según el calendario Maya
Según
predican los más agoreros, el calendario Maya ha iniciado la cuenta
atrás para la extinción de la raza humana. El Apocalipsis tiene fecha: 21 de diciembre de 2012.
Fanáticos y conspiranoicos apuestan porque ese día un enorme meteorito
chocará contra la tierra acabando de raíz con el mundo que conocemos.
Incluso defienden que los principales gobiernos del mundo lo saben y no
quieren decir nada a los ciudadanos, al más puro estilo de
superproducción de Hollywood como ‘2012’, ‘Deep Impact’ o ‘Armageddon’.
Lo cierto es que cartas
como la que envió John Holdren, director de la Oficina Científica de la
Casa Blanca, al Comité de Ciencia y Tecnología del Congreso de Estados
Unidos no hacen más que alimentar las especulaciones. En un
documento de 10 páginas, Holdren esboza planes para "proteger a los
Estados Unidos de un objeto que se espera que choque con la Tierra, y la
ejecución de una campaña de desviación, en consulta con los organismos
internacionales, en caso de un ser necesario”.
El ciberapocalipsis
Estados Unidos, la mayor potencia del mundo, podría caer en menos de 15 minutos. Al menos eso es lo que opina Richard Clark, asesor en política antiterrorista durante los gobiernos de Bill Clinton y George W. Bush. Clark asegura que 900 segundos bastarían para provocar el caos en lo que ha denominado "un Pearl Harbor electrónico”.
Lo primero en dejar de funcionar serían los sistemas de defensa del Pentágono.
Luego los servidores de las compañías proveedoras de conexión a
internet quedarían inutilizados. A partir de ahí, el ‘ciberapocalipsis’.
Las refinerías, las centrales eléctricas y las plantas químicas
quedarían fuera de control.
Se sucederían las explosiones, los
escapes de materiales nocivos y se dispararía el número de muertos y
heridos. Pero no solo eso: los controladores aéreos perderían
contacto con los aviones y las 150 mayores ciudades del país quedarían
sin energía en cuestión de segundos provocando accidentes aéreos, de tráfico y choques en la red de metro.
Además del costo humano, un ataque informático de estas características en Estados Unidos supondría unas "pérdidas diarias de entre 4.500 y 10.000 millones de dólares” y podría dejar sin electricidad a cerca de 50 millones de personas, según aseguran los expertos del Consejo de Relaciones Internacionales de Washington.
Por
eso, el Secretario de Defensa, Leon Panetta, ya ha puesto en marcha un
plan para blindar las conexiones de las infraestructuras claves para el
país e impedir que cualquier organización terrorista pueda provocar el
temido ‘ciber Pearl Harbor’.