http://noticias.lainformacion.com/ciencia-y-tecnologia/fisica/como-sobrevivir-a-una-avalancha-de-nieve-con-la-fisica-de-los-cereales_ICvi9HBEROKxlsS9bnaEv2/
- El mecanismo para mantenerse en la superficie se conoce como efecto Muesli o de nuez de Brasil.
- Expertos advierten de que "nadar" en caso de alud puede ser contraproducente según la situación.
Mecanismo de un chaleco con 'airbag' antiavalanchas. Imagen: Snow Pulse
El principio por el que un esquiador consigue salir a la superficie
tras un alud de nieve es el mismo que funciona con las cajas de
cereales. Hasta hace unos años, se pensaba que el mejor consejo para
sobrevivir a una avalancha era tratar de "nadar" como si se tratase de
un río, pero las características de una avalancha son distintas de las
de un líquido.
El desprendimiento masivo de nieve constituye lo que los físicos conocen como un "flujo granular"
y provoca que los fragmentos más grandes asciendan a la superficie
mientras que los más pequeños se quedan en el fondo. Es lo mismo que
sucede cuando uno abre una bolsa de cereales y encuentra los trozos más
grandes y pesados en lo alto de la bolsa. Este fenómeno contraintuitivo
fue descubierto en la década de 1930 por las industrias relacionadas con
el empaquetado y lo bautizaron como "efecto muesli" o "efecto nuez de Brasil", dado que en una lata de nueces es esta variedad (la más grande) la que suele aparecer en la parte superior.
Esquema del efecto de nuez de Brasil -Foto: Wikimedia Commons
"Las avalanchas son flujos granulares, un fenómeno que reúne características de los líquidos y los sólidos", asegura Dale Atkins,
representante de la Comisión Internacional de Rescate Alpino. "En estos
flujos", añade, "las partículas más grandes son las que terminan en la
superficie". Lo mismo, insiste, es lo que sucede con las cajas de
cereales, "y los humanos somos una 'nuez' bastante grande que suele
salir a la superficie".
"Esto lo conocemos como segregación positiva y hace que todo aquello
que tiene un volumen mayor tienda a estar en superficie si hay menos
densidad", asegura Fernando Rivero Díaz, teniente en la jefatura de Montaña de la Guardia Civil
con 24 años de experiencia en rescate sobre el terreno. Su equipo ha
intervenido en el rescate de personas atrapadas por avalanchas en el
Pirineo y dos de sus compañeros han vivido la experiencia en su propia
piel. "Uno de ellos se mantuvo a flote procurando controlar la situación
desde el principio", recuerda, "y al otro le pilló de sorpresa y lo
enterró. Tuvo la suerte de hacerse una buena cámara de aire y aguantar
hasta que otro compañero le rescató".
El chaleco salvavidas, en funcionamiento -Foto: Hansi Heckmair/ABS
Si uno realiza esquí de travesía, la primera medida de seguridad es
llevar una baliza de localización y una pala, para realizar un rescate
temprano. Pero en los últimos años varias empresas han comercializado un
sistema de supervivencia basado en una especie de mochilas con 'airbag' que
se hinchan cuando se produce una avalancha y presentan altos índice de
éxito. Añadir 28 litros de volumen al cuerpo del montañero que se ve
atrapado en un alud no le ayuda a flotar como en un río, sino a ascender
por las características del propio flujo granular. "Convertirse en una
gran nuez, por decirlo de alguna manera", insiste Atkins, "es el motivo
por el que los sistemas de airbags han aumentado las cifras de
supervivencia".
"Nadar sobre la avalancha puede matar"
En un polémico artículo publicado en 2007
por la Asociación Americana de Avalanchas, Dale Atkins recomendaba
olvidar la recomendación tan extendida de ponerse a "nadar" encima de la
nieve en caso e avalancha. En su opinión - y ha entrevistado a cientos
de supervivientes - el gesto de nadar puede provocar quela víctima aleje
las manos de la zona de la boca, y una de los consejos más útiles para
sobrevivir es construir un hueco con las manos frente a la cara que te
permita respirar. "Una vez que tus pies se levanten del suelo", escribe,
"debes ponerte las manos en la cara. Por supuesto, si puedes agarrarte a
algún objeto fijo, hazlo. Cada segundo que aguantes suspendido
significa que mucha más nieve pasa y ya no puede enterrarte".
En su opinión, el testimonio de los cientos de supervivientes que
dicen haber nadado" sobre la avalancha para sobrevivir pertenecen a una
muestra sesgada por el hecho de que aquellos que nadaron y murieron en
el alud no pueden contar su experiencia. "Durante los últimos 150 años",
concluye, "la gente ha explicado cómo nadar les sirvió para no ser
enterrados por la nieve, pero armados con el conocimiento moderno de los
flujos de avalanchas resulta que permanecer en la superficie no tiene
nada que ver con nadar".
"Efectivamente, en los últimos años se ha descubierto que en ciertas partes de la avalancha si te pones a nadar es posible que en realidad te estés enterrando más profundo", confirma el teniente Rivero en conversación telefónica a lainformacion.com. Rivero es miembro del Grupo de Trabajo en Tecnologías Avanzadas para Rescate en Nieve, de
la Universidad de Zaragoza, y su grupo también ha tenido que actualizar
sus conocimientos. "Una avalancha se comporta de tres maneras",
asegura, "al principio es una rotura de bloques de la que hay que
intentar salir de manera oblicua, luego hay un movimiento turbulento
intentar salir hacia uno de los laterales y rodando como un tonelete, y
en la última parte lo importante es mantener una cámara de aire, usando
la mochila si la llevamos, y la parte interior del codo. Eso aumenta las
posibilidades de supervivencia".
El problema viene si hacemos el movimiento de nadar en el momento
equivocado. "Si en la parte final hacemos movimientos natatorios",
relata. "puede que estemos entrando más profundo de lo que nosotros
quisiéramos". La dificultad, añade, es que todo esto sucede en apenas 20
ó 30 segundos y "es muy difícil identificar en qué parte de ese movimiento estás tú".
En cualquier caso, el protocolo de actuación en caso de avalancha
está muy claro: además de tratar de flotar y hacerse una cámara de aire,
lo primero es deshacerse de los esquís y los bastones y
todo aquello que nos pueda dejar anclados en la nieve. "Lo que hay que
intentar es mantenerte lo más suelto que puedas de todo aquello que
luego te impediría salir", incide Rivero. "Imagina que te quedas a solo
20 cm y no te puedes mover porque tienes pillados los pies por todo lo
largo de tu esquí". Y sobre todo, si uno sale a hacer esquí de travesía,
lo importante es llevar siempre un transmisor (ARVA),
una sonda y una pala que permita hacer un autosocorro rápido de un
compañero. "Una vez transcurridos los primeros 20 minutos", asegura,
"las posibilidades de sobrevivir se reducen en un 90%".
|