Casas derruidas, indescriptibles escenas de pánico... Un terremoto de
magnitud 7.2 ha devastado varias provincias del sureste de Turquía. De
momento, se desconoce el total del número de muertos y heridos,
pero se teme que se cifren en centenares. En la ciudad de Ercis, las
fuerzas de rescate han sacado los primeros 50 cadáveres de entre los
escombros. Según la CNN turca, en esta ciudad se han registrado hasta el
momento más de 100 heridos y la cifra de muertos ascendería a 85. No
obstante, el alcalde de Van, Bekir Kaya, ha asegurado que en este
momento hay "entre 50 y 60 muertos". El centro sismográfico de Kandilli,
en Estambul, predice que dada la magnitud del temblor se puede acercar
al millar, ya que el siniestro provocó el colapso de decenas de
edificios en toda la región.
En Van, una ciudad de casi medio millón de habitantes, se han
derrumbado al menos dos edificios grandes, uno de ellos de siete pisos, y
se teme que haya numerosos vecinos atrapados bajo los escombros. El hospital universitario de la ciudad atendió a medio centenar de personas en el jardín de la institución, informa la agencia Anadolu. Se han cortado los sistemas de electricidad y de agua, y las líneas telefónicas están saturadas.
Allí, en Van, los supervivientes del terremoto aseguran escuchar los gritos de personas atrapadas bajo los escombros, mientras esperan a que los equipos de rescate lleguen para ayudar a las víctimas.
"De repente, el terremoto destruyó el edificio que estaba enfrente.
Todos los que estábamos allí corrimos hacia el edificio. Consiguieron
rescatar a dos personas heridas bajo las ruinas", explico a Reuters
Halil Celik, un joven que vive en el centro de Van.
El epicentro se localiza en Tabanli, un pueblo a 30 kilómetros de
Van, capital de la provincia homónima en el este de Turquía, cercana a
la frontera iraní. Pero también las provincias de Bitlis, Mus, Batman,
Diyarbakyr y Hakkari así como la de Dohuk en el norte de Irak, han sido
afectadas, aunque en mucha menor medida.
Mayor aún es la destrucción en la vecina ciudad de Ercis, de unas
80.000 personas. El alcalde, Zülfikar Arapoglu, dijo a la televisión
turca NTV que "hay muchos muertos. Varios edificios han colapsado; hay
una enorme destrucción. Necesitamos ayuda urgente". Según la Media Luna
Roja, unas 25 casas se han derrumbado en esta ciudad, afirma el diario
Today's Zaman. Falta toda la información sobre los pueblos de los
alrededores. El aeropuerto de Van, sin embargo, permanece abierto al
tráfico aéreo. La Dirección General de Emergencias (AFAD) dice que ya se
han enviado unos 500 profesionales de rescate y salud desde 40
provincias a la zona.
El terremoto ocurrió a las 13:41 horas (una hora menos en España) y
su epicentro se localiza a cinco kilómetros de profundidad. El temblor
duró unos 25 segundos. A las 13:48 tuvo lugar un segundo seísmo, de 5.5
grados, y a las 13:56 un tercero de 5.5. En los pueblos cercanos hubo otros seísmos hasta media hora más tarde, de magnitudes algo menores. Aunque en un principio, las instituciones turcas dieron la magnitud como 6.6, la corrigieron luego al alza.
En Hakkari, las sacudidas se pudieron sentir durante unos 10
segundos, según la prensa turca, pero no hubo daños graves. Tampoco en
Erzurum, más al norte. Estambul ha quedado ajena al desastre, ya que el
temblor no se percibió en el oeste de Turquía.
En declaraciones a la cadena NTV, el alcalde de Van, Bekir Kaya, hizo un llamamiento a mantener "la sangre fría"
debido al pánico que ha provocado el terremoto y que ha causado que
muchas calles queden colapsadas por vecinos que tratan de huir de la
zona, lo que dificulta la llegada de las ambulancias, informa Efe.
En mayo, otro terremoto de magnitud 6 tuvo lugar también en el este de Turquía provocando al menos 51 víctimas mortales y 50 heridas en Elazig.
Israel ofrece 'toda la ayuda necesaria'
Israel y Turquía demuestran que sus pésimas relaciones diplomáticas
—al borde de la ruptura en los últimos meses— no evitan la ayuda mutua e
inmediata en casos humanitarios o de emergencia nacional, informa Sal
Emergui desde Jerusalén.
Si hace casi un año Ankara no dudó en enviar varios aviones para
ayudar en la extinción del colosal incendio en el monte del Carmelo
(norte de Israel), el Gobierno israelí hace hoy lo mismo. Poco después
de conocer las dimensiones del terremoto en el sureste de Turquía, el
primer ministro, Benjamin Netanyahu y el responsable de Defensa, Ehud
Barak, han puesto "toda la ayuda necesaria" al que fuera importante
aliado estratégico. Se trataría básicamente de equipos de rescate, identificación de víctimas o supervivientes y hospitales de campo.
"Israel siempre ha ofrecido sus excelentes capacidades de rescate e
identificación a cualquier país o pueblo azotado por un desastre
natural. Lo hemos hecho muchas veces como en el último terremoto de
Haití o en Turquía en el pasado", ha declarado el viceministro de
Exteriores, Danny Ayalon a la radio pública.