VALOR AGREGADO
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - Los
meteorólogos espaciales están a la espera de la llegada de una tormenta
geomagnética menor y moderada desde el mediodía del 23 de noviembre por
la llegada de eyecciones de masa coronal (CME) del Sol, informó la
Agencia Nacional Oceanográfica y Atmosférica (NOAA) de USA en su último
reporte.
Corresponde a una tormenta solar que se desencadenó el 21 de
noviembre a las 15:30 horas, en la activa región del Sol enumerada por
NOAA como 1618.
En los momentos iniciales, el Sol lanzó ondas de radio de nivel R1,
ondas electromagnéticas que causaron bloqueos e interferencias en las
comunicaciones y sistemas GPS y satélites, por breves instantes (nivel 1
entre 1 y 5). Esto ocurrió acompañado de una eyección de masa coronal
que viajó en dirección hacia la Tierra.
Las CMEs lanzadas por el Sol es un fenómeno que puede enviar
partículas solares en el espacio y que puede llegar a la Tierra en uno y
tres días más tarde, comenta al respecto la NASA.
Estas CMEs pueden causar un fenómeno meteorológico llamado tormenta
geomagnética, que ocurre cuando éstas se conectan correctamente con el
exterior del sobre magnético de la Tierra, la magnetosfera, durante un
período prolongado de tiempo.
La tormenta geomagnética anunciada como moderada (G2, entre una
escala de 1 a 5), tiene potenciales efectos de afectar las redes
eléctricas y colapsar las fuentes de poder de energía, especialmente en
las latitudes superiores a los 55 grados, dependiendo de la magnitud.
Otro de los efectos recae en las comunicaciones de alta y baja
frecuencia, las líneas GPS y los satélites. Las auroras australes y
boreales también son previstas durante la noche.
Según NOAA existe una gran posibilidad que la zona 1618 del Sol,
que creció significativamente, siga muy activa en las próximas horas. El
impacto depende si las CMEs vienen dirigidas directamente a la Tierra y
la velocidad con que son impulsadas por la explosión y el viento solar.
La actividad solar podría relacionarse directamente con la
actividad geológica en la Tierra. El impacto de inmensas oleadas de
ondas electromagéticas sobre la magnetósfera terrestre ejerce presión
sobre las placas tectónicas, que tienden a reacomodarse generando
fuertes movimientos.
Sin dudas la región más afectada por este fenómeno es la gigantesca
placa del pacífico, que abarca buena parte de la superficie del planeta
y tiene sus límites en practicamente todas las costas del oeste del
continente americano (en Chile, México y Centroamérica se han dado
muestras recientes de estos movimientos), y en la Polinesia, Filipinas,
Indonesia y Japón. Al norte encuentran Alaska y Canadá (que han sufrido
terremotos recientemente) y al sur, la Antártida, que parece estar en
calma por el momento.
Los movimientos del llamado Anillo del Pacífico han preocupado a
sismólogos y geólogos de todo el mundo y e Chile no se ha dado la
excepción. Incluso existe un movimiento de gente que asegura que los
movimientos telúricos en Chile responden a experimentos de armas
geológicas más que a efectos naturales. (ver nota relacionada)
En ese marco, Un grupo de sismólogos investigaba una seguidilla de
temblores, dos de ellos superiores a 5 grados en la escala Richter, que
han afectado en las últimas semanas a la localidad de Navidad, ubicada
en el centro de Chile.
En lo que va de noviembre se registraron en la zona unos 35 sismos.
El más fuerte, que tuvo lugar el miércoles pasado, fue de 6,1 grados y
no dejó víctimas ni causó daños. En octubre, en tanto, hubo 30 sismos,
de acuerdo a los datos del Servicio de Sismología de la Universidad de
Chile.
La localidad de Navidad, de unos 5.000 habitantes, es un poblado costero ubicado unos 90 km. al sur de Santiago de Chile.
Según los expertos, los sismos podrían ser réplicas del terremoto
de 8,8 grados que afectó Chile en febrero de 2010, dejando más de 500
muertos. "Una de las razones, la más probable (de los temblores), es que
se trate de réplicas tardías del terremoto del 27 de febrero de 2010",
afirmó Víctor Barrientos, director del Servicio de Sismología.
Otra de las causas podría ser "una actividad precursora de un evento un poco mayor ubicado más al norte", agregó Barrientos.
Por su parte, Benjamín Chacana, director de la estatal Oficina
Nacional de Emergencia (Onemi), recordó que Chile es altamente sísmico y
que, pese a las hipótesis que se puedan manejar sobre los temblores, no
se puede predecir otro evento de mayor magnitud, por lo cual lo mejor
es que el país esté preparado.
"La pega nuestra es estar preparados para situaciones más
complejas, se están tomando las acciones que corresponden", manifestó.
Los habitantes de Navidad ya se han manifestado alarmados por la
seguidilla de sismos que ha afectado su localidad.