http://www.ecuavisa.com/noticias/noticias-internacionales/68522-los-telefonos-inteligentes-tambien-detectaran-terremotos-.html
Nuestros teléfonos inteligentes van a serlo todavía más, porque
científicos quieren que estos aparatos omnipresentes trabajen al
servicio de la detección e investigación de terremotos.
Un equipo del Laboratorio Sísmico de Berkeley, en Estados Unidos,
quiere usar los acelerómetros que contienen estos aparatos para
monitorear temblores.
Para ello, están desarrollando una
aplicación que registre sacudidas y luego envíe los datos a un servidor
central a través de la red de telefonía móvil.
La gran cantidad
de celulares inteligentes actualmente en circulación implica que los
investigadores pueden obtener una información muy detallada sobre quién
sintió qué y dónde.
Es una información muy útil para prevenir
peligros futuros y elaborar un plan de riesgos. Pero estos datos a
tiempo real pueden jugar también un importante papel en el sistema de
advertencia temprana de terremotos en California.
Acelerómetros
"Actualmente, los teléfonos inteligentes contienen todo tipo de
sensores, y podemos usarlos de formas inesperadas", explicó el
investigador Qingkai Kong.
"Ahora mismo, podemos detectar sólo
terremotos de una magnitud superior a 5.0, pero con mejores
acelerómetros en futuros celulares inteligentes esperamos detectar los
pequeños también", le dijo a la BBC.
El investigador de la
Universidad de California, Berkeley, explicó su proyecto en el encuentro
otoñal del Sindicato Americano de Geofísica (AGU), el mayor encuentro
anual de científicos especializados en el tema.
Tanto él como sus
colegas no estaban seguros de que los teléfonos móviles serían
adecuados para funcionar como sismógrafos de bolsillo. Así que
seleccionaron una serie de aparatos y se probaron en una "mesa
vibratoria" del laboratorio.
Este instrumento puede simular
varios grados de temblor y se usa normalmente para verificar la robustez
de diversas técnicas de construcción, y así asegurar que los edificios
no colapsen durante un terremoto.
Los resultados demostraron
claramente que los acelerómetros, usados en este tipo de teléfonos para
girar la pantalla, podían detectar las vibraciones.
Eliminar el "ruido" humano
El problema es que los teléfonos raramente se dejan sobre una superficie
plana, sino que se mueven con su propietario. Pero el equipo cree que
puede resolver esto también, y ha desarrollado un algoritmo que
eliminaría el "ruido" humano en los datos.
"El patrón de
reconocimiento del algoritmo detecta actividades humanas como caminar,
correr y conducir, y usamos esta información para desligarlas de las
señales de terremoto", explicó Kong. Este algoritmo, señaló, raramente
es engañado.
El proyecto de Berkeley todavía está en sus primeras
etapas y el equipo espera empezar pronto a reclutar más personal para
investigar esta técnica. Posiblemente probará la aplicación entre miles
de voluntarios a lo largo de la bahía de San Francisco el próximo año.
Esta es una región que vive con la certeza de que en cualquier momento se puede producir un fuerte terremoto. Uno
de magnitud 7.9 tuvo lugar en 1906, destrozando la ciudad; y Berkeley
mismo está situado sobre la falla Hayward, que muchos científicos
sospechan será origen del próximo sismo en el área.
Contar con buenos reportes sobre el nivel de temblor en un terremoto desde distintas ubicaciones es un dato muy valioso.
Alerta temprana
El nivel de molestia que una persona siente depende de muchas cosas: del
número y la calidad de edificios cercanos, y la naturaleza del suelo
donde se construye, entre otras. Es incluso posible para individuos a
ambos lados de una calle tener experiencias bien diferentes.
Reportes
de temblores ayudan a los científicos a identificar debilidades en los
estándares de construcción y se usan para prepararse mejor para el
próximo sismo. Además, una red sísmica de celulares inteligentes tiene
el potencial de proporcionar un sistema de alerta temprana.
Esto
se debe a que es capaz de detectar ondas P, rápidas pero no tan dañinas,
en un temblor antes de las ondas S, que causan más destrucción.
La antelación con la que un individuo sería avisado dependería de cuán lejos está del epicentro del terremoto. Podrían
ser varios segundos, tiempo suficiente para encontrar un lugar para
cubrirse, como el marco de una puerta, para que los trenes disminuyan la
velocidad, para que aviones aborten inminentes aterrizajes, o para que
cirujanos paralicen un delicado procedimiento.
La actual
generación de celulares inteligentes no tiene acelerómetros lo
suficientemente sensibles como para participar en un programa semejante,
pero según las promesas de las empresas de tecnología, los futuros
modelos contarán con los adecuados.
Al estar por todas partes y
siempre encendidos, los celulares inteligentes pueden proporcionar una
densa cantidad de datos para el sistema de alerta, enviando alertas con
tonos y mensajes.
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