http://www.dw-world.de/dw/article/0,,15564207,00.html
El calentamiento global está en boca de todos. ¿De verdad está causado
por los gases de efecto invernadero? Hay científicos que lo niegan,
argumentando que el origen del cambio climático está en la radiación
cósmica.
Postulan lo siguiente: son sobre todo el sol y la radiación cósmica,
procedente de la explosión de estrellas en nuestra galaxia, los factores
que más influyen sobre el clima en la tierra. Diversos científicos,
convencidos de ello, se reunieron en Múnich el pasado 25 de noviembre,
en el marco de la 4ª Conferencia sobre el Clima y la Energía, para
presentar los resultados de sus investigaciones.
Esto científicos ponen duda el hecho de que el aumento de dióxido de
carbono sea el principal causante del calentamiento global, tal y como
asegura la Agencia para el Clima de la ONU. Para ellos, la causa estaría
en una compleja serie de factores. De lo que sí están seguros es de que
la cantidad de radiación cósmica que se encuentra en la atmósfera
terrestre depende de la actividad solar.
El sol protege la tierra
"Estamos protegidos por el campo electromagnético del sol, la llamada
heliosfera, y por el campo magnético de la tierra”, explica Jan Veizer,
profesor de Geoquímica de la Universidad de Ottawa. Cuando la actividad
solar es intensa, la heliosfera elimina más radiación cósmica. "En
cambio, cuando es débil, no solo se enfría la tierra, sino que la
protección ante la radiación cósmica disminuye”, dice Veizer.
Al entrar en la atmósfera, la radiación cósmica produce determinados
isótopos de carbono y de berilio, que los investigadores pueden medir a
partir de sedimentos y cristalizaciones. De esta manera, pueden realizar
el seguimiento de la intensidad solar a lo largo de 10.000 años. De la
misma forma, pueden conocer cuál es la concentración de CO 2 en la
atmósfera.
El clima cambia, el dióxido de carbono permanece
Veizer compara estos datos con las temperaturas de los últimos 10.000
años. De esta manera, puede establecer una relación directa entre la
actividad solar y la temperatura. El CO2 de atmósfera se encontraba en
niveles reducidos en la era preindustrial sin experimentar variaciones,
al contrario que el clima. No se puede afirmar que haya una relación
causal entre la concentración de dióxido de carbono y el dramático
cambio climático durante el curso del presente milenio.
Mucho más decisivo que el dióxido de carbono para el clima es la
humedad y la formación de nubes, según Nir Shaviv, astrofísico de la
Universidad de Jerusalén. Los cálculos que habitualmente lleva a cabo la
Agencia para el Clima de la ONU establecen una correlación entre el
aumento del dióxido de carbono en la atmósfera y nuestra producción
energética. El fallo de este modelo, critica Shaviv, es que no puede
precisar en qué medida el clima es sensible a la producción de
energía.
El profesor Henrik Svensmark en la Conferencia sobre el Clima y la Energía de Múnich
La gran pregunta es: ¿cuál es la sensibilidad climática de la tierra?
Si se conociera la respuesta, podría predecirse lo que sucedería durante
el siglo XXI al estar expuesta a una cantidad determinada de emisiones.
Según Shaviv, se podría determinar cuánta emisión es necesaria para que
se produzca un aumento de la temperatura. En la práctica, esto resulta
imposible. No puede saberse cómo la capa nubosa varía dependiendo de la
temperatura y de los niveles de saturación de la humedad, por lo que es
imposible llegar a respuestas concluyentes sobre la sensibilidad
climática.
Mucho sol, menos nubes
Las investigaciones del Centro para el Sol y la Investigación sobre el
Clima de Dinamarca han confirmado la relación entre la radiación cósmica
y la humedad. Según sus estudios, la radiación cósmica tiene un efecto
directo sobre la formación de nubes. "Cada vez que varía la radiación
cósmica, se produce un cambio climático", explica el físico Henrik
Svensmark, que ha descubierto que el efecto ionizador de la radiación
cósmica es el desencadenante decisivo.
Con un experimento en el acelerador de partículas de Aarhus, Svensmark
demostró sus suposiciones. Después las vio nuevamente confirmadas a
través de los resultados de un proyecto de investigación diferente,
llamado CLOUD, que lleva a cabo el Instituto de Investigacion Nuclear
CERN de Ginebra. En la atmósfera real, también pudieron observarse estos
procesos físicos. Según Svensmark, el desarrollo de la intensidad de
la radiación cósmica dio comienzo tras una enorme explosión en la
superficie solar.
Autor: Fabian Schmidt/MS
Editor: Enrique López |