El último informe de la agencia nuclear de la ONU, el más detallado
realizado hasta ahora sobre la capacidad nuclear iraní, concluye que el
régimen sigue con el desarrollo del programa nuclear, que según Teherán
está destinado únicamente a fines civiles. Occidente, que está
convencido del objetivo militar del plan, podría endurecer las sanciones
contra Irán tras la publicación del informe.
El periódico estadounidense da nuevos detalles sobre el papel
desempeñado por un antiguo científico soviético experto en armamento que
ha asesorado a Irán sobre los detonadores de alta precisión que se
utilizan para desencadenar una reacción nuclear.
El informe también asegura que Irán siguió desarrollando el programa
después de 2003, aunque entonces los servicios secretos occidentales
creyeron que había sido paralizado debido a las presiones
internacionales.
Estados Unidos,
la Unión Europea y sus socios han impuesto sanciones económicas a
Teherán por negarse a poner fin a sus planes nucleares. Tanto Estados
Unidos como Israel han insinuado repetidamente la posibilidad de usar la
fuerza contra las instalaciones nucleares iraníes, mientras la república islámica ha amenazado con responder duramente a un ataque exterior.
The Washington Post afirma que el informe del OIEA pone de
manifiesto que el programa nuclear iraní es mucho más ambicioso,
organizado y existoso de lo que se sospechaba hasta ahora. El diario
cita a David Albright, un antiguo inspector de la agencia de la ONU que
ha tenido acceso a los últimos hallazgos de la agencia de la ONU. Este
experto asegura que la OIEA ha llegado a la conclusión de que Irán
"tiene información suficiente para diseñar y producir un artefacto capaz
de producir una explosión nuclear" utilizando uranio altamente
enriquecido.