El artículo de Ilan Berman es un bienvenido aporte al debate sobre la vulnerabilidad de Estados Unidos ante un ataque EMP (Ataque de pulso electromagnético). Este debate ha recibido recientemente mayor atención después del debate presidencial del Partido Republicano organizado por la Fundación Heritage y el American Enterprise Institute el pasado mes de noviembre.
Estados Unidos sigue sin protección ante el efecto EMP – una explosión de alta intensidad de energía electromagnética causada por la rápida aceleración de partículas cargadas. Un ataque EMP desactivaría todos los aparatos eléctricos dentro de su trayectoria, incluyendo redes eléctricas, computadoras, teléfonos celulares y medios de transporte.
El Informe de la Comisión sobre EMP que ordenó el Congreso decía que un ataque EMP "tiene la capacidad de producir un daño significativo a infraestructuras críticas y por lo tanto a la estructura misma de la sociedad americana, así como a la capacidad de Estados Unidos y las naciones occidentales para proyectar su influencia y poder militar”.
Un ataque de esta naturaleza puede crearse mediante la detonación de un arma nuclear a gran altitud y mandaría a Estados Unidos al siglo XIX. Una serie de adversarios (o potenciales adversarios) de Estados Unidos, incluyendo a Rusia, China, Corea del Norte e Irán, ya han adquirido o están tratando de adquirir armas que podrían causar un ataque EMP.
Los misiles balísticos de corto y largo alcance son los mejores medios de envío para este tipo de ataque. Es por eso que Estados Unidos debe continuar fortaleciendo sus sistemas de defensa antimisiles. El sistema ideal estaría compuesto por las naves Aegis con capacidad para misiles balísticos capaces; Aegis Ashore, el componente terrestre de misiles balísticos; y las capacidades del Vehículo Aéreo No Tripulado. Estos ofrecen un grado de protección contra un ataque.
Desafortunadamente, la administración de Obama ha restringido el desarrollo de la defensa antimisiles de Estados Unidos y canceló algunos de los programas de defensa antimisiles más prometedores.
Sin embargo, se puede crear un ataque EMP con armas no nucleares (armas de radiofrecuencia) o con tormentas geomagnéticas (a menudo llamado clima espacial). Para proteger la infraestructura de la nación contra estas amenazas, los sectores público y privado pueden y deben fortalecer infraestructura vital para hacerla más flexible y resistente a ataques EMP. Estados Unidos también debería desarrollar un plan nacional para responder a las emergencias EMP. Esto implicaría la educación de cargos federales, estatales y locales junto con el público en general sobre los riesgos y las opciones de respuesta.
Dichas medidas podrían salvar millones de vidas. No hay tiempo que perder.