http://www.google.com/hostednews/epa/article/ALeqM5gdZPyZ-u2V361C8pkC06au8E3l9w?docId=1612015Por Agencia EFE
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San Diego (California), 20 sep (EFE).- Un grupo de investigadores
estadounidenses estudia la forma en la que las dos fallas más
peligrosas del sur de California, San Andrés y San Jacinto, pueden
interactuar para crear terremotos de gran magnitud en la región. Los
investigadores resaltaron que la estructura y conducta de las fallas
todavía no se entienden bien, pero tener mayor información podría
ayudar a las preparaciones de emergencia si se presta atención a la
zona del Salton Sea, y si se vigila la falla de San Jacinto, que
presenta un riesgo mayor para el área de San Diego. La región sur
de la falla de San Andrés, cerca del lago Salton Sea en el condado
Imperial, es uno de los sitios en Norteamérica con las más altas
probabilidades de tener un seísmo mayor y uno de los lugares de mayor
actividad tectónica en el país. Los investigadores del Instituto
de Oceanografía Scripps, la Universidad de California en San Diego, el
Servicio de Estudios Geológicos de EE.UU. (USGS), y la Universidad de
Reno en Nevada han realizado estudios que revelan la peligrosidad
inherente a esta zona. Neal Driscoll, del Instituto de
Oceanografía Scripps, dijo a Efe que en esa área se han presentado
seísmos de 7 grados en la escala de Richter cerca de cada 180 años en
el último milenio, y que hasta el momento han pasado 335 años desde el
más reciente, lo que sugiere que un gran sismo en el sur de California
es inminente. "La simulaciones sobre terremotos revelan que las
sacudidas sobre zonas metropolitanas mayores como Riverside o Los
Ángeles serán mayores en el caso de que un terremoto se propague de sur
a norte, lo que de acuerdo con nuestra investigación ocurriría si la
zona de fallas sobrepuestas de Salton Sea crea un detonador mayor para
esta propagación", dijo Driscoll. Los resultados del estudio en
progreso de Driscoll y su equipo fueron publicados en la edición de
junio de la revista científica "Nature Geoscience", y reúne las
observaciones del área del Salton Sea, un vestigio accidental de lo que
fue un enorme lago natural alimentado por el río Colorado, llamado Lago
Cahuilla y que desapareció hace un siglo cuando las autoridades
desviaron el cauce. Driscoll señaló que pese a que no se puede
predecir con seguridad cuándo ocurrirá un gran terremoto con base a las
observaciones, sí se puede crear alertas sobre peligro en el caso de
que se presenten pequeños terremotos en esta área. Los
investigadores llegaron a la conclusión sobre la periodicidad de los
terremotos en el área del Lago Cahuilla al examinar sedimentos
depositados a lo largo de miles de años en el área del Salton Sea,
encontrando coincidencias entre los momentos de inundaciones mayores y
el rompimiento de fallas sobrepuestas, lo que en turno crea mayor
tensión en la falla de San Andrés. Frank Vernon, un investigador
del Instituto Scripps, examina por su parte la falla de San Jacinto,
que corre a través de una franja de 130 millas de largo por los
condados de San Diego, Imperial, San Bernardino y Riverside. Para
Vernon, la falla de San Jacinto podría afectar de manera especial a San
Diego debido a que se localiza más al oeste que la de San Andrés, y
recientemente generó un terremoto de 5,4 grados. El trabajo de
Vernon muestra que es posible que esta falla produzca un seísmo de 7
grados, lo que podría liberar energía que podría a su vez detonar
fallas vecinas. Los investigadores del Instituto Scripps utilizan
cerca de 700 unidades del Sistema de Posicionamiento Global (GPS) en
California, junto con mediciones de satélite, para calcular la tasa de
acumulación en toda la falla de San Andrés. Vernon y su colega
del instituto, David Sandwell, recibieron 350.000 dólares en fondos
federales para estudiar la conducta de la falla de San Andrés que
potencialmente podría producir un terremoto de 8 grados en la escala
Richter, similar al que devastó a San Francisco en 1906. |