Enfrentamientos
entre policías e indignados en muchas partes del mundo, desastres
naturales como el tsunami en Japón, que puso al mundo en vilo debido al
escape radiactivo en la planta nuclear de Fukushima y especulaciones sobre la catástrofe que pudiera provocar
el impacto de un meteorito en la Tierra en un futuro próximo. Tales
situaciones llevaron a muchas personas, sobre todo a los
estadounidenses, a armarse hasta los dientes.
Incluso algunos grupos de autodefensa, como el de los 'preppers',
indican que también hay que tener en cuenta la posibilidad del estallido
de violentos desórdenes debido a la dificultad para satisfacer las
necesidades básicas.
Tom Martin, fundador del grupo 'preppers', comenta: "El problema no es
tanto político como económico; todos los días veo gente que pierde su
trabajo y se ve obligada a consumir la comida que iba almacenando".
El movimiento de los 'preppers', que apareció en la década de los 70 y
que ha tomado más fuerza en los últimos años, insta a los ciudadanos a
estar listos para lo peor. A raíz de estas preocupaciones, otro
‘prepper’, Keith Proskura, guarda en su casa armas y comida. No quiere
ninguna sorpresa.
"Atacar a un gobierno es una cosa, nosotros solo nos preparamos para
una rebelión del pueblo. Estamos enfrentando, por ejemplo, retrasos de
los pagos del seguro social entre otros problemas más serios, hay un
montón de personas molestas con la situación,” explica el hombre.
Keith ha comprado armas como fusiles alemanes Mauser, pistolas calibre
38, rifles AR-15 y municiones. Un arsenal sumamente poderoso pero
absolutamente necesario, según dice. Y eso no es todo. En su almacén hay
máscaras antigases, tiendas de campaña, chalecos antibalas, cascos y
hasta sábanas especiales para mantener la temperatura del cuerpo.
"Si se contamina la tierra, debes tener un par de guantes y botas que
te protejan de las sustancias químicas. Si tienes que atravesar un área
desconocida necesitas un traje adecuado para evitar la insolación. Así
estarás ciento por ciento seguro de que nada te afectará.”
Son precisamente los residentes de los tranquilos suburbios de Estados
Unidos, tan golpeados por la crisis, los que no dejan nada al azar. No
les falta ningún tipo de sistemas de comunicación.
El padre de Keith, John Proskura, ex oficial de la policía de New
Jersey, sabe por experiencia que de ocurrir algo, sus radiotransmisores
serían el medio más eficiente para mantenerse en contacto: son fáciles
de usar y en el pasado han demostrado resultados positivos.
"En el tsunami de Japón que ocurrió hace unos meses este tipo de
dispositivos sirvió para prestar asistencia a las personas que estaban
incomunicadas. Lo mismo ocurrió durante el terremoto de Haití”, explica.
¿Realidad o fantasía? ¿Caos o paranoia?
El tiempo se encargará de dar la respuesta. Por ahora, lo que sí es
cierto es que la sociedad está cada vez más dominada por el miedo. Un
temor que, como ha demostrado la historia reciente, algunos utilizan
como herramienta política para controlar a la población e imponer sus
intereses.