El triunfo de la derecha en las elecciones generales en España
no parece haber logrado calmar los mercados. La deuda española ha sido
la que peor ha evolucionado en la jornada de hoy en la bolsa en
comparación con el resto de los países del euro, Italia
incluida. El índice de referencia, el IBEX 35, ha bajado un 3,48%:
perdió el nivel de 8.300 puntos y llegó a 8.021 puntos. Ha sido el
octavo mayor descenso del año y el primero desde el comienzo de
noviembre.
La victoria del Partido Popular ha despertado pesimismo
también en la Fundación nacional de las Cajas de Ahorros (Funcas).
Predice que los "severos" planes de ajuste que la llamada 'troika' —la
Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central
Europeo— impondrá ahora sobre el país para superar la crisis de la deuda
soberana desembocarán en una recesión en 2012. Se calcula que el total
de los recortes que tendrá que implementar el país se aproxima a unos
30.000 millones de euros.
En cuanto a 2011, la Funcas todavía mantiene el optimismo y estima el
incremento esperado en el 0,7%. Sin embargo, advierte que a finales de
año el escenario va a cambiar. En vez de la tendencia a una lenta
mejoría, el país se enfrentará con una recaída. A partir del primer
trimestre de 2012 se pronostica una agudización de las condiciones
económicas y un alejamiento del horizonte de creación de puestos de
trabajo.
La Fundación da unas cifras temibles. Más concretamente, si
anteriormente predecía para 2012 el crecimiento del PIB en un 1%, ahora,
en cambio, prevé una caída del 0,5%. Advierte que está reduciéndose
también el consumo de los hogares. En 2011 ya ha llegado al 0%, mientras
que para 2012 se calcula un decrecimiento del 0,4%.
En cuanto a la creación de empleo, el año que viene bajará un 2%. Es
decir, 2012 tampoco dará esperanza a los 5 millones de españoles que ya
están sin trabajo. La Fundación prevé también la reducción drástica de
las inversiones en el sector de la construccióon y la caída en volúmenes
de materias tanto exportadas como importadas.
La Funcas precisa que el deterioro de sus pronósticos se debe tanto a
los planes de recorte del gasto, como a las menores expectativas de
crecimiento internacional y el continuo agravamiento de la crisis de
toda la zona euro. Subraya que la actividad económica ya se ve muy
afectada por el elevado grado de incertidumbre que genera en los
mercados la situación actual.