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Cuenta atrás para el fin del mundo

03-10-2012

Andrés Moreno

No todo nace con el deseo de perdurar. El reloj de la firma 219 inspirado en la cultura maya dejará de fabricarse una vez finalice 2012.

Bajo el enigmático nombre de Le Garde-Temps de la Fin des Temps, también conocida como 219, se esconde uno de los conceptos relojeros más curiosos de este año. Su creador y propietario de la marca es Juan Marcos Bosque, español afincado en Ginebra que emprende así su propio proyecto personal después de una larga experiencia como consultor independiente para las grandes firmas suizas del sector. "Mi idea era crear un concepto de marca y reloj completamente contrario a lo que me pedían las casas para las que he trabajado", comenta Bosque. "Somos algo casi secreto, no hacemos publicidad ni comunicación, no tenemos una trayectoria histórica que nos avale y, lo más importante, cuando acabe el año Le Garde-Temps de la Fin des Temps desaparecerá con la misma rapidez con la que la hemos creado".

El porqué de este carácter efímero de la empresa lo da el propio Juan Marcos Bosque. "Nada hay más exclusivo que el tiempo, siempre tan escaso. Saber que eres propietario de algo tan efímero le da un valor extra al reloj". La pieza lanzada ha sido bautizada con el nombre de Kukulkan, el dios de la serpiente emplumada de la cultura maya. Aunque el mundo no desaparezca este año, tal como parecía que predijeron sus calendarios, si lo hará este reloj de una forma muy simbólica. "El 21 de diciembre subiré a una pirámide maya donde antiguamente se practicaron sacrificios humanos. Por una grieta que hay en su cima dejaré caer el prototipo que creamos al comienzo de esta aventura. Así daré por finiquitado este proyecto".

El mundo precolombino ha sido un tema que siempre ha apasionado a Juan Marcos Bosque. "Soy historiador por formación académica y por mis raíces españolas siempre me ha interesado la conquista de América. Además de la relevancia que ha tenido este año el mundo maya por la leyenda del fin del mundo, creo que este reloj servía además para establecer un vínculo entre Suiza, España y América", explica. El Kukulkan ha sido fabricado íntegramente en el país centroeuropeo. Se ha lanzado en edición limitada de 2.012 piezas en caja de acero con un diámetro de 47 milímetros, equipa movimiento automático con indicación adicional de segundo huso horario y su esfera se ha decorado con numerología maya, según patente solicitada por 219. También se ha registrado un curioso sistema de resonancia que hace que se produzca un sonido similar al del movimiento de la serpiente de cascabel cuando se mueve la caja del reloj. Su precio ronda los 10.000 euros, dependiendo del cambio de moneda respecto al franco suizo.

La versión Haute Joaillerie.

Existe una edición aún más exclusiva del Kukulkan alta joyería, con caja de oro blanco engastada con esmeraldas, limitada a sólo doce piezas. Sobre los proyectos que seguirán a Kukulkan una vez este proyecto finalice, Juan Marcos Bosque se muestra tan misterioso como su marca. "Eso no es importante saberlo ahora. Lo importante es existir, aunque sólo sea para tener después la oportunidad de desvanecerse". Habrá que ser rápidos si queremos participar en esta aventura.