La humanidad avanza gradualmente hacia la muerte de la civilización, pero el Apocalipsis
no ocurrirá en 2012, como algunos creen. La muerte de la humanidad será
un proceso largo, relacionado principalmente con el gasto excesivo de
los recursos.
Según un estudio de la
organización estadounidense Global Footprint Network, la humanidad
comienza a vivir en deuda con la naturaleza. El límite se superará el
27 de septiembre 2011. Desde ese día la especie humana va a gastar más
recursos de los que la naturaleza puede restaurar.
La peor plaga de langostas: el hombre
La humanidad consume en nueve meses lo
que la Tierra tarda en producir algo más de 12. Este triste panorama,
se relaciona especialmente con el agua, los bosques y los peces.
Como resultado, se altera radicalmente
el equilibrio medioambiental, que infundía esperanzas al desarrollo de
la civilización. Según los analistas, si el ritmo actual de consumo
continúa, para satisfacer el apetito de las personas hambrientas en
2030 se necesitaría una segunda Tierra.
Los estadounidenses, los más 'glotones'
Los mayores derrochadores de recursos
son Estados Unidos. Si toda la humanidad comenzara a seguir el estilo
de vida norteamericano –casa grande, dos automóviles, un enorme consumo
de energía per cápita-, la población mundial necesitaría unos cinco
planetas como la Tierra para satisfacer sus necesidades.
Por el contrario, si todo el mundo se
controlara, como los habitantes de la India, entonces podríamos vivir
con menos de la mitad de los recursos biológicos de la Tierra. Sin
embargo, según los expertos, la India y China intentan cada vez más
vivir al estilo estadounidense, lo que significa que el consumo per
cápita se incrementará. De hecho, hoy en día, China es el principal
emisor de gases de efecto invernadero.
La catástrofe: 2030
El autor del conocido modelo de
límites del crecimiento, Dennis Meadows, advirtió en 1972 que la
situación más miserable se dará entre 2030 y 2050. El mundo sufrirá un
colapso total de la pesca y una enorme reducción de los bosques, lo que
repercutirá en todas las esferas de la vida.