El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) asegura que no existe ningún impedimento para prolongar la vida útil de la central nuclear de Garoña.
En un dictamen enviado ayer al Ministerio de Industria, el CSN confirma que la central burgalesa puede continuar funcionando, ya que no hay problemas desde el punto de vista de la seguridad nuclear y de la protección radiológica. En cualquier caso, la institución recuerda que este dictamen es independiente del que deberá realizar el organismo regulador ante una nueva petición de licencia para la instalación.
El dictamen sobre Garoña había sido solicitado al CSN por el Gobierno de Mariano Rajoy ante la eventualidad de que sea modificada la Orden Ministerial de 2009, aprobada por el Gabinete de Rodríguez Zapatero, que fijaba el cese de la explotación el 6 de julio de 2013.
El comunicado del CSN incluye las condiciones que debe cumplir el titular de la instalación, Nuclenor, que tendrá que justificar al CSN, antes del próximo 3 de julio, que las actividades de vigilancia, inspección en servicio, mantenimiento y gestión de vida realizadas desde julio de 2009 se corresponden con las establecidas para la renovación de la autorización de explotación hasta 2019 y, en caso contrario, llevarlas a cabo antes de finalizar la presente autorización.
«Es una vergüenza»
El dictamen del Consejo de Seguridad Nuclear recibió ayer mismo fuertes críticas por parte de los ecologistas y de los partidos de izquierda. El portavoz de Greenpeace, Carlos Bravo, consideró «una vergüenza» la luz verde concedida por el CSN. «O los tests de estrés no son serios y rigurosos o al CSN le tienen sin cuidado», aseguró Bravo, que consideró «absurdo» que la central siga en funcionamiento sin que se hayan conocido aún los resultados de las pruebas de resistencia realizadas tras el accidente nuclear de Fukushima.
En la misma línea se pronunció la diputada de ICV Laia Ortiz, que criticó «el sesgo de una política muy pronuclear y la falta de imparcialidad» del CSN. «El modelo de los tests de estrés queda desacreditado si no se tienen en cuenta a la hora de emitir un informe como éste», señaló Ortiz. Desde el PSOE, más cautos, creen «precipitado» el pronunciamiento del CSN.
En junio del 2009, el Pleno del CSN, tras seis sesiones de estudio dedicadas a la evaluación de la solicitud de renovación de la autorización de explotación de la central nuclear, acordó por unanimidad informar favorablemente esta solicitud por el periodo de diez años, con lo que la vida útil de Garoña concluirá, en principio, en 2019. |
