Apenas son perceptibles por la población, pero cada día que
pasa la lista de seísmos en la isla canaria de El Hierro sigue
creciendo. Desde que a mediados del mes de julio, los sismómetros del
Instituto Geográfico Nacional (IGN) comenzaran a registrar esta anómala
actividad, hasta el día de hoy, son 7.092 los terremotos que se han
localizado bajo la isla del meridiano a una profundidad de entre 16 y 20
kilómetros.
Los técnicos lo llaman enjambre sísmico:
miles de pequeños terremotos localizados en un mismo lugar; son tantos
que los puntos de los epicentros se superponen. Tratándose de una isla
volcánica, la preocupación ante una posible erupción ronda a los cerca
de 11.000 habitantes de la menor de las islas canarias.
Es un enjambre sísmico': miles de pequeños seísmos en un mismo lugar
Esta
sucesión de pequeños terremotos la mayoría no superan los 2 grados de
magnitud comenzó el pasado 17 de julio. La actividad sísmica dejó pronto
de ser la habitual para esta zona del Atlántico. Decenas, centenas y
ahora millares de registros se acumulan en las listas de los
científicos, un recuento que cada día sigue creciendo. La gran mayoría
de estos seísmos se ha producido debajo del municipio de Frontera, un
espectacular valle formado por un gran deslizamiento ocurrido hace varios millones de años.
Desde
el mes de julio también se ha incrementado la actividad científica en
la zona. Técnicos del Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN) y
del Instituto Geográfico Nacional (IGN) han sembrado la isla de
instrumentación con el propósito de averiguar qué está pasando bajo sus
pies. Para lograr este objetivo se investiga en tres vertientes
distintas, pero necesariamente complementarias: la deformación del
terreno a través de una red de estaciones GPS, la actividad sísmica con
los sismógrafos y los gases volcánicos utilizando estaciones
geoquímicas.
Hasta ahora, sólo dos partes de este tridente han registrado datos anómalos: se han detectado miles de seísmos
y las antenas GPS están observando un desplazamiento del terreno. Sin
embargo, la emisión de los gases volcánicos no refleja por ahora cambios
muy significativos.
Los científicos han observado un desplazamiento del terreno
Según
Nemesio Pérez, investigador del INVOLCAN, "los magmas responsables de
la formación de la isla de El Hierro se generan principalmente a entre
16 y 29 kilómetros de profundidad, y esta anómala actividad reciente
pudiera estar relacionada con un proceso de acumulación y almacenamiento
de magma en la parte inferior de la corteza oceánica; en torno a los 10
o 12 kilómetros de profundidad".
Reunión del Gobierno
Ante
esta situación, el Gobierno de Canarias ha convocado recientemente el
Comité de Seguimiento y Vigilancia Volcánica recogido en el Plan
Específico de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo
Volcánico. La conclusión del gabinete fue que, aunque la situación es
realmente anómala, no se espera una erupción volcánica de forma inminente.
Los datos recogidos hasta la fecha no indican que nos encontremos ante
una fase pre-eruptiva. El semáforo de alerta continúa en verde.
El Gobierno no espera una erupción volcánica inminente
De
los miles de seísmos que los instrumentos han detectado en estos meses
de verano, menos de una decena han sido percibidos por la población. Los
habitantes siguen con atención y preocupación esta escalada de
actividad sísmica, entre los mensajes de tranquilidad del Cabildo de El
Hierro. Aunque no hay testimonios escritos que lo atestigüen, algunos
autores defienden que la última erupción volcánica de la isla
geológicamente más joven de Canarias fue la del volcán Lomo Negro, en
1793.