MORELIA, Mich., 24 de marzo de 2012.- Con métodos de análisis
espectral y de redes neuronales, Jorge Pérez y Peraza, del Instituto de
Geofísica (IGf) de la UNAM, intenta identificar oscilaciones precursoras
en la radiación cósmica galáctica de los llamados Incrementos a Nivel
Terrestre de Protones Relativistas de Origen Solar (eventos GLEs, por
sus siglas en inglés), de los que han ocurrido 70 eventos desde 1942,
año en que la tecnología permitió su detección.
Con la utilización
de ecuaciones, estadísticas de eventos solares del pasado y redes
neuronales, Pérez y Peraza e investigadores del IGf, así como del
Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), desarrollan un método para
predecir GLEs producidos en algunas fulguraciones solares muy intensas,
eventos muy energéticos generados en el astro que, si eventualmente
llegan a la Tierra, pueden causar daños a instrumentos de navegación
aérea y marítima, satélites y equipos de telecomunicaciones.
Este
método probará su eficacia este mismo año, pues su predicción indica
que, antes de finales junio del 2012, podría ocurrir el evento 71, una
fulguración enmarcada en el actual ciclo 24 de la actividad solar. El
evento podría recorrerse al segundo semestre del año, si se toma en
cuenta el margen de dos-tres meses que arrojan los programas
computacionales.
"Las fulguraciones son eventos estocásticos o
aleatorios, por su naturaleza difícil de predecir, pero al analizar con
este método eventos pasados, hemos encontrado precursores, diferentes
oscilaciones que se presentan en la radiación cósmica galáctica antes de
uno solar”, explicó el astrofísico.
Tras analizar dos ciclos de
periodicidades, encontró que la radiación cósmica galáctica emite
vibraciones diferentes antes de un evento solar. Para analizarlas,
utilizan métodos de análisis espectral (análisis por componentes
principales y análisis Wavelet), cuyos resultados alimentan un programa
de redes neuronales que permite estimar la próxima ocurrencia de un
nuevo evento solar de este tipo en el curso del próximo semestre.
Fulguraciones solares
Asociadas
con la actividad del Sol que se intensifica en los máximos de los
ciclos de 11 y 22 años (este último asociado al cambio de polaridad
magnética del Sol), las fulguraciones solares son fenómenos que emiten
todo tipo de radiación electromagnética –desde rayos gamma hasta radio
ondas– y corpuscular; generan electrones y núcleos de diversos
elementos, con más del 95 por ciento de protones.
"Aunque a veces
se les designa como ráfagas solares, son más parecidas a grandes
llamaradas, por lo que la denominación correcta es fulguraciones solares
(flares en inglés)”, precisó Pérez y Peraza, al detallar que éstas son
una manifestación del comportamiento de los campos magnéticos
subfotosféricos del Sol, cuya principal manifestación son las llamadas
manchas solares.
"Con frecuencia están acompañadas de eyecciones
gigantes de plasma (hidrógeno ionizado) llamadas eyecciones de masa
coronal (EMC), y nombradas en los medios como tormentas solares”,
señaló.
Si bien estos fenómenos se manifiestan con regularidad
durante los ciclos solares de 11 y 22 años, su expresión aleatoria reta a
la predicción, pues dependen de la evolución de los campos magnéticos
subfotosféricos.
El universitario indicó que este mes ha tenido
lugar la segunda fulguración más intensa del ciclo 24, ocurrida el día
siete, que tuvo una intensa emisión de rayos X.
"Ese mismo día
hubo otra fulguración y ambas estuvieron acompañadas de Eyecciones de
Masa Coronal. La primera produjo una tormenta geomagnética y un evento
de protones de energía moderada, que no entraron a la Tierra por su
relativamente baja energía”, concluyó.