Durante diez días, científicos del Instituto de Geofísica y
Astronomía (IGA), así como también del Centro Nacional de
Investigaciones Sismológicas (CENAIS) y Ministerio de Ciencia,
Tecnología y Medioambiente de Cuba, estarán realizando una misión
exploratoria en Nicaragua para contribuir a los estudios que realizan
las autoridades nacionales acerca de los eventos sísmicos, volcánicos y
solares que han estado afectando al país en las últimas semanas.
Entre los expertos está Vladimir Moreno, director del Centro Nacional de
Investigaciones Sismológicas de Cuba, quien explicó que pronosticar a
corto plazo un terremoto es algo que aún no está al alcance de la
ciencia.
En declaraciones al Programa En Vivo de Multinoticias
Canal 4, según Moreno, la ciencia, no obstante, "ha logrado algunos
avances en pronósticos a mediano plazo”, ello tomando en consideraciones
muchas variables como la búsqueda de "anomalías sísmicas o patrones que
ya ocurrieron en el pasado” y que "puede ser que se repitan”
nuevamente.
"El pronóstico del terremoto es un tema muy discutido en la comunidad científica internacional”, reconoció.
Moreno
manifestó que lo principal en todo caso es que ello permite tomar
diferentes medidas, "orientadas en primer lugar a salvar vidas y en
segundo lugar a tratar de disminuir las pérdidas económicas”.
Actividad solar menor que en años anteriores
Dentro
del grupo también se encuentra Paulo Sierra, experto Instituto de
Geofísica y Astronomía de Cuba, quien advirtió sobre las repercusiones
que la actividad solar tiene sobre el sistema planetario y por tanto
sobre todo lo que está dentro de este.
Sierra explicó que
actualmente estamos a la merced de un aumento de la actividad solar, "un
ciclo que, por cierto, no va a ser grande comparado con los ciclos
anteriores”.
Para el experto un aumento de la actividad solar se
manifiesta en el incremento de las explosiones y en el número de manchas
en el sol.
"Con este ciclo no hay que alarmarse. A veces se dan
noticias que alarman a la población”, aseguró señalando que este será
muchísimo menor que el registrado en 1972.
El incremento de la
actividad solar tiene repercusiones negativas en las telecomunicaciones,
los satélites, la navegación aérea, la economía e inclusive en la salud
humana, manifestó Sierra, quien afirmó que en Cuba ya llegan algunos
años de estar realizando estudios acerca del tema.
"En Nicaragua
no hay ninguna tradición, y nosotros estamos dispuestos a colaborar en
esto, dar nuestro granito de arena y que se vayan formando personas que
aquí en Nicaragua puedan estudiar la física solar”, indicó.
Estudiar fenómenos para estar mejor preparados
Los
expertos cubanos reconocen que en Nicaragua existe un equipo de
vulcanólogos del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales
(INETER), los cuales están muy capacitados para realizar los estudios
del sistema volcánico nacional.
Expresaron que si bien en
Nicaragua se han registrado muchos sismos últimamente, el objetivo del
estudio es evaluar si estos están concatenados con los demás fenómenos
naturales que se han estado afectando al país.
Para ello, lo más
importante de este trabajo es que permitirá que en el futuro se
establezcan comparaciones para así dar seguimiento a estos fenómenos y
estar más preparados para enfrentarlos.
Otro aspecto importante
de esta visita es que también se sentarán las bases para el intercambio
de experiencias con los expertos nicaragüenses, muchos de los cuales se
especializaron en Cuba durante los años ochentas.