http://www.vanguardia.com.mx/ayudalacienciaaanticiparsealdesastre-1141199.html
Nota de ronin: noticia interesante, demuestra que algunos departamentos y centros de investigación ya saben que puede pasar. Destaca especialmente las tormentas solares. Recomiendo leer
Las denominadas ciencias predictivas tratan de elaborar
fórmulas matemáticas para anticipar un amplio rango de fenómenos
naturales.
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Expertos de la Universidad de Bardford
(Reino Unido) están desarrollando un nuevo método de alerta temprana que
permita predecir los grandes movimientos y erupciones del Sol, que
pueden alcanzar a nuestro planeta, y en la Universidad de Málaga
(España) se trabaja en modelos matemáticos y simulaciones informáticas
destinadas a vaticinar los ‘tsunamis’. Foto EFE
Mientras distintos equipos
de científicos en todo el mundo producen continuos avances en la
predicción científica, un grupo de investigadores españoles ha dado un
gran paso en este campo, al descubrir los indicios de una señal común
que parece preceder a todos los cambios abruptos.
Anticiparse
a un colapso ecológico o financiero, saber cuándo cambiará una
situación climática o en qué momento se puede producir un ataque de asma
o un brote epiléptico.
Para efectuar éstas y muchas
otras predicciones es necesario identificar el umbral crítico en que el
sistema puede sufrir un cambio abrupto, a partir de unos indicadores
previos comunes a sistemas tan dispares como son el cuerpo humano, el clima, los ecosistemas o los mercados financieros.
Un equipo internacional de ecólogos, climatólogos y economistas, con la participación
del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) español, ha
revisado los últimos hallazgos para identificar los llamados umbrales de
transición.
Estos umbrales consisten en aquellos
valores de una variable externa en los que algunos sistemas dinámicos
complejos, como los ecosistemas o el clima, cambian abruptamente de un
estado a otro, a partir de unos síntomas o señales tempranas que
preceden dichas transiciones.
SEÑALES DE LO QUE VENDRÁ
Son
como las ‘luces rojas’ de un sistema de alarma que avisan que está por
producirse una situación potencialmente peligrosa o se puede entrar en
una etapa de mayor riesgo o amenaza. También podrían compararse con un
‘eco anticipatorio del futuro’ de hechos o cambios importantes que están
por suceder.
En este sentido, el aumento en la variabilidad del
clima en los últimos tiempos podría significar, según los autores de la
revisión de estudios publicada en la revista ‘Nature’, que en un futuro
cercano se producirá un pronunciado cambio climático.
Los
investigadores apuntan que también hubo señales similares en el pasado
que anunciaron otras transiciones abruptas en el clima terrestre, como
la que hubo hace cerca de 34 millones de años entre el estado tropical
que experimentó la Tierra durante millones de años y un estado mucho más
frío.
Para uno de los autores del trabajo, el investigador
español del CSIC Jordi Bascompte, "el reto de predecir los umbrales
críticos de un sistema, de forma que podamos anticipar las transiciones
de fase antes de que tengan lugar, nos facilitaría revertir la tendencia
de un sistema antes de que sea demasiado tarde”.
En un lago
prístino, por ejemplo, si se incrementa la concentración de nitrógeno no
hay un cambio aparente en el estado del lago hasta llegar a un valor
crítico de nitrógeno que correspondería al umbral de transición.
En
ese momento, si se aumenta un poco más la concentración de nitrógeno,
aunque sea de forma minúscula, la reacción del sistema es enorme, y el
lago de aguas cristalinas se convertiría en un lago eutrofizado de aguas
turbias, con consecuencias nefastas para su biodiversidad.
Pese
a las diferencias en los detalles, el comportamiento de diversos
sistemas complejos es parecido cerca de los umbrales de transición, por
lo que estos indicadores pueden aplicarse a un amplio espectro de
sistemas.
"Así, a medida que nos acercamos a un punto de
transición, incrementa la varianza (media en las desviaciones) en alguna
propiedad dinámica de interés, y se reduce el tiempo de recuperación
del equilibrio después de una perturbación”, señala Bascompte, que
trabaja en la Estación Biológica de Doñana (CSIC), en Sevilla (España).
CRUZANDO EL UMBRAL CRÍTICO
Otro
ejemplo: cuando se produce un ataque de asma, lo pulmones muestran un
patrón de constricción bronquial que puede ser el preludio de un fallo
peligroso en el sistema respiratorio. Según los expertos del CSIC, este
patrón es similar al que presenta la vegetación de una zona antes de una
transición hacia un sistema desértico.
De acuerdo a los
investigadores, una vez cruzado el umbral crítico en esa transición,
los campos se convierten en desiertos y es muy difícil revertir esta
situación, dado que se necesitarían unos niveles enormes de humedad.
Para
Jordi Bascompte, "estos resultados son alentadores, porque nos acercan a
una ciencia más predictiva, lo cual es muy relevante en esta época de
cambio global acelerado, con los colapsos financieros mundiales, la
crisis de la biodiversidad o las implicaciones de los rápidos cambios en
el clima”.
Según los investigadores, en todas estas situaciones,
muy dispares pero caracterizadas por cambios abruptos, se encienden las
mismas señales de alarma, perfectamente reconocibles antes de que se
alcance un punto de no retorno. Detectarlas facilitará "revertir el
estado del sistema antes de que sea demasiado tarde", apunta el experto
de la Estación Biológica de Doñana.
"Es sorprendente que estos
indicadores se comporten de la misma forma en un ataque de asma y en una
crisis financiera", señala Bascompte, quien advierte que aumentar la
capacidad de la ciencia para vaticinar eventos catastróficos no es una
panacea, ya que "no vamos a predecir todos los colapsos financieros, ni a
dar una cifra mágica a partir de la cual habrá un cambio abrupto, pero
sí que podremos avisar si se encienden las luces rojas".
Además
de esta investigación, en la que han participado científicos del
Instituto Max Planck y de la Universidad de California (EU), en los
últimos años, la ciencia predictiva ha registrado continuos e
importantes avances que amplían y perfeccionan los medios y recursos
para pronosticar lo que puede depararnos el porvenir, más o menos
inmediato.
PREDICCIONES CADA VEZ MÁS CERTERAS
Científicos
de la española Universidad de Málaga, UMA, trabajan en el desarrollo de
modelos matemáticos que permiten simular y predecir en un ordenador
científico las consecuencias de algunos desastres naturales como
inundaciones o ‘tsunamis’.
"Comenzamos con la predicción del
tiempo, que se basa en modelos matemáticos, y cada vez existen
simulaciones más complejas”, señala Carlos Parés, que dirige la
investigación y el grupo de investigación Ecuaciones Diferenciales,
Análisis Numérico y Aplicaciones (Edanya) de la UMA.
Según Parés,
"un aspecto fundamental en el desarrollo del modelo es el estudio de su
fiabilidad, para lo que simulan ‘tsunamis’ pasados y comparan las
predicciones que proporciona el modelo con los datos disponibles sobre
las consecuencias reales”.
Por otra parte, un informe de la
Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (NAS) advierte de
que enormes chorros de plasma procedentes del Sol pueden alcanzar
nuestro planeta en 2012 ó 2013, cuando la actividad de la estrella
alcance su máximo pico como parte del ciclo solar de once años.
Dado
que se trata de una posibilidad real, investigadores de la Universidad
de Bardford (Reino Unido) están desarrollando un nuevo método de alerta
temprana que permita predecir los grandes movimientos del Sol y tomar
medidas para protegerse.
El sistema Bradford de Predicción
Automatizada de Actividad Solar, denominado ASAP por las siglas en
inglés de "As soon as posible" ("tan pronto como sea posible”), utiliza
imágenes en tres dimensiones generadas por el satélite SOHO, de la NASA
estadounidense y la Agencia Espacial Europea (ESA). El sistema
ASAP es capaz de identificar y clasificar las manchas solares, y de
pronosticar con precisión una llamarada solar con seis horas de
antelación. Los expertos de Bradford lo están perfeccionando para lograr
una precisión similar en la predicción de las grandes erupciones
solares en un futuro próximo.
Por su parte, investigadores de IBM
han desarrollado un sistema de alerta de desastres naturales que
utiliza herramientas analíticas para mejorar la respuesta eficiente a
emergencias después de que se produce un desastre natural, y que puede
predecir con exactitud la ubicación y la oportunidad de eventos
catastróficos subsiguientes, para ayudar a los esfuerzos de evacuación.
La
técnica realiza un análisis posterior a los eventos sísmicos, tales
como terremotos, y dar alerta temprana sobre tsunamis que pueden
producirse tras los seísmos.
El invento utiliza los datos
generados por sensores de vibraciones y permite evaluar rápidamente la
información generada por eventos sísmicos, y trasmitirla por conexiones
de alta velocidad a un centro de procesamiento de datos, que analiza los
datos, clasificar los eventos y enriquecer la información, en tiempo
real.
A partir del análisis rápido de los datos se puede
determinar con exactitud cuándo comenzó un evento sísmico, cuánto duró,
así como la intensidad, frecuencia y dirección del movimiento, y en base
a dicho análisis, predecir su evolución y efectos y vaticinar las
posibilidades que genera una ola gigantesca en el mar.
DESTACADOS:
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Expertos de la Universidad de Bardford (Reino Unido) están
desarrollando un nuevo método de alerta temprana que permita predecir
los grandes movimientos y erupciones del Sol, que pueden alcanzar a
nuestro planeta, y en la Universidad de Málaga (España) se trabaja en
modelos matemáticos y simulaciones informáticas destinadas a vaticinar
los ‘tsunamis’.
* Un equipo internacional de científicos, entre
ellos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
español, han descubierto una serie de umbrales críticos que preceden a
los cambios y permiten anticiparse a un colapso ecológico o financiero,
saber cuándo cambiará el clima, o en qué momento se puede producirse un
ataque de asma o un brote epiléptico.
* El investigador Jordi
Bascompte, de la Estación Biológica de Doñana en Sevilla (sur de
España): "Es sorprendente que estos indicadores se comporten de la misma
forma en una crisis respiratoria y en una crisis financiera, y aunque
no permiten dar una cifra mágica a partir de la cual habrá un cambio
abrupto, sí que posibilitan avisar si se encienden las luces rojas". |